El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció que el Gobierno enviará hoy al Congreso un proyecto de ley para la restauración de la sostenibilidad deuda extranjera. También se refirió al vínculo con el FMI y la situación de la provincia de Buenos Aires.
“Necesitamos tener una solución que sea sostenible, hacer promesas que se puedan cumplir. Hoy la situación es crítica y no se puede sostener la carga”, aseguró el funcionario, tras anunciar el envío del proyecto de ley para la restauración de la sostenibilidad deuda extranjera.
Las conversaciones con el FMI
El ministro Guzmán mencionó que el Gobierno mantiene “conversaciones con tono constructivo” con el Fondo Monetario Internacional y continuarán “con el objetivo de reperfilar el sendero de pagos acordado” por la administración de Mauricio Macri.
“El país no ha generado la capacidad de pago para hacer frente a esa carga en los tiempos previstos”, insistió el funcionario, aludiendo a los pagos que deben realizarse en los próximos tres años.
Apostó, en ese marco, a que la Argentina logre un “desarrollo virtuoso e inclusivo”. “Seguimos trabajando para tranquilizar a la economía argentina”, apuntó.
“Este es un programa diseñado y ejecutado por nosotros, no vamos a permitir condicionalidad”, sentenció Guzmán, al tiempo que ratificó que “el programa que Argentina acordó previamente (por Macir) fue un estrepitoso fracaso”, con un “costo de crédito altísimo y destrucción de empresas”. “Lo nuestro es distinto, es nuestro, lo que hagamos lo hacemos porque queremos hacerlo”, planteó.
Deuda de la Provincia
El ministro de Economía recordó que “la Provincia enfrenta un vencimiento de capital que es anterior a la fecha que se estima resolver el tema en Nación” y saludó la decisión de Axel Kicillof de “pedir más tiempo a los bonistas, haciendo lo mismo que hace la Nación”.
“De nada serviría hacer un salvataje de parte de Nación, violaría el principio rector del ejercicio que estamos llevando a cabo que es la sostenibilidad”, aclaró.
En ese marco, planteó: “Estamos pidiendo la misma buena fe y responsabilidad a los bonistas, que nos den el tiempo necesario para resolver un problema de descalabro macroeconómico que ha afectado a todo el país”. “Si la solución termina siendo desordenada se vana perjudicar todas las partes”, apuntó.
