Un grupo de vecinos de Lomas de Zamora reunidos en el colectivo Fuenteovejuna volvieron a criticar en los últimos días lo que consideran un ataque al patrimonio natural e histórico del distrito por parte de la Municipalidad local.
El caso puntual por el que hicieron saber su descontento es por la “destrucción” de lo que describen como “históricas palmeras” que estaban ubicadas en la avenida Alsina al 1000, en la localidad de Banfield.
Según la organización, los árboles tenían 200 años de vida y su extracción viola la ordenanza 16087 “que en su artículo 14 prohíbe la tala de especies arbóreas dentro de los lotes sin autorización de la Secretaría de Medio Ambiente, por ser parte del patrimonio del partido”.
Si bien en un primer momento sospecharon que la destrucción era decisión de una institución educativa de Lomas de Zamora, los vecinos hicieron saber que “el Colegio Westminster debió emitir un comunicado para informar que no tenía relación con este asunto, debido a la gran preocupación vecinal y de la comunidad educativa”.
“El Municipio, el verdadero responsable, nuevamente se muestra ausente”, criticaron desde la organización, y señalaron que “otra vez el municipio con su programa Eco Lomas permite la destrucción del patrimonio verde del partido”. “Lo único verde que tiene Eco Lomas es el esmalte sintético con que pinta paredes y el gasto en camisetas y afiches propagandísticos vacíos de ecología”, ironizaron.
Los vecinos de Fuenteovejuna cuestionaron el “camino destructivo” del patrimonio que le adjudican a la comuna local, con “daños a Santa Catalina”, modificación inconsulta de la Plaza Grigera, la descatalogación y demolición del Hotel Pereuilh y la casa de Leonie Matthis. También aseguran que se está llevando a cabo una “destruccion progresiva” del paisaje urbano con asfalto de adoquinados, tala de árboles, y demoliciones de casas patrimoniales para construir edificios de alturas y densidades excesivas, “que muchas veces sobrepasan lo permitido”.
