Un grupo de vecinos autoconvocados del Barrio Nuevo La Rivera advirtió hoy que si no cesa el virtual asedio al barrio que impide la entrada y salida de mercaderías y materiales de construcción, cortarán esa arteria el próximo miércoles a partir de las 9. “No tenemos agua, ni leche, ni garrafas”, denuncia uno de los vecinos afectados que acusa a un funcionario lomense de haber generado ese estado de cosas.
El Barrio Nuevo alberga en las cercanías del puente Colorado desde hace cerca de cuatros años a alrededor de 250 familias en un predio de siete hectáreas que habrían sido loteadas por el entonces titular del predio, según cuenta a InfoRegión Gustavo, un referente local que dice ser hijo del antiguo dueño y prefiere reservarse su apellido pues afirma temer a represalias,
El corte anunciado para el miércoles es la continuación del realizado el sábado pasado desde las 9 a las 15 en el que alrededor de medio centenar de vecinos que atravesaron algunos troncos en la calle y prendieron fuego al tiempo que pedían que los dejen “vivir en paz” y que no les saquen “más dinero”.
“Lo peor es que nos amenazan desde Lomas y este barrio pertenece a La Matanza”, explica Gustavo quien precisa que hay móviles de la policía bonaerense emplazados en las tres entradas del barrio al que se suma otro en el linde posterior. “Además hay autos particulares y policías de civil.”
Según los vecinos, los proyectos de construcción de una estación de bombeo para evitar que las sudestadas generen inundaciones en Santa Catalina y Esteban Echeverría so sólo excusas para desalojar el predio en el que se asienta el barrio y en ese mismo plano ubican el anuncio por parte del intendente lomense, Martín Insaurralde, y del ministro de Vivienda y Hábitat, Jorge Ferraresi de un convenio por el cual el Gobierno Nacional financiará con $40 millones la adquisición de un predio para la futura construcción de viviendas en el Camino de la Ribera Sur, iniciativa que ya recibió tanto la factibilidad técnica como financiera, según informa el sitio oficial del Estado nacional.
“Cortamos para que nos vean y nos escuchen. Sólo queremos que dejen de hostigarnos”, concluye Gustavo.
