Por tercer día consecutivo continúan las protestas por el reclamo salarial que realizan integrantes de la Policía Bonaerense. Este miércoles el conflicto sumó un nuevo capítulo por la manifestación de efectivos frente a la residencia presidencial de Olivos lo que generó el repudio de varios sectores políticos.
“Es inadmisible ir con armas y patrulleros a la Quinta de Olivos para condicionar a un gobierno electo democráticamente que mostró total voluntad de resolver los problemas a través del diálogo”, cuestionó el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, a través de su cuenta de Twitter.
En la misma sintonía, se expresó su par de Almirante Brown, Mariano Cascallares: “Repudiamos las manifestaciones en la Quinta Presidencial de Olivos. El límite para cualquier protesta es la defensa y el respeto a la institucionalidad y a las autoridades constitucionales”.
En tanto, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, sostuvo que “el reclamo es justo, el método no”. “Podemos comprender el reclamo salarial de las fuerzas de seguridad bonaerense pero la actitud de rodear la quinta presidencial es un acto de amenaza y amedrentamiento contra el gobierno. No podemos permitir esta situación”, manifestó.
Añadió que “todos los reclamos laborales deben tener un espacio de escucha y respeto mutuo. Lo que está sucediendo en este momento no forma parte de las prácticas democráticas”.
“Reconocemos que nuestras fuerzas hacen un gran esfuerzo, y más durante la pandemia. Como también lo hacen muchos hombres y mujeres al servicio de la comunidad. Hoy tienen que volver a ocupar ese rol que es cuidando a los vecinos y vecinas de cada uno de los distritos”, sentenció.
Por su parte, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, expresó: “Rodear la Quinta de Olivos es un acto de intimidación que no se puede permitir. Este tipo de acciones empañan el reclamo y constituyen un ataque a nuestra democracia”.
