Los cambios en el sistema de conteo de víctimas fatales en la provincia de Buenos Aires, anunciado el viernes último por las autoridades sanitarias, no solo se despachó con la impresionante novedad de que hay 3459 fallecidos por Covid.19 que no registraban las estadísticas oficiales. El cambio de sistema y la consiguiente confusión generalizada fueron aprovechados para que la Provincia oculte las cifras de las muertes que se producen en cada municipio bonaerense, que ya no se informan oficialmente.
Como al principio de la pandemia, cuando la Provincia se negaba a discriminar el impacto del coronavirus por municipio, ahora volvió con otra forma de ocultamiento. En el nuevo sistema de publicación ignora cualquier referencia a la cantidad de fallecidos que se producen en cada distrito del vasto territorio provincial.
Podemos saber cuántos enfermos, cuántos recuperados y cuántos testeos se hicieron en cada municipio. Pero nada más. Los muertos han desaparecido.
Si bien la pantalla de la denominada “Sala de Situación” informa la cantidad de muertos que se registran en todo el territorio provincial, y a partir de ese dato informa la tasa de letalidad, la edad y otra información complementaria, nada de eso puede conocerse a nivel de cada uno de los partidos del conurbano.
Vastos territorios, con cientos de miles de personas cada uno, con sus propias particularidades sociales y económicas, no pueden conocer la evolución de la mortalidad de la pandemia. Como si fuese lo mismo Saladillo que Florencio Varela, o San Pedro similar a Avellaneda, sólo podemos saber la tasa de mortalidad global de la Provincia.
Parece que los bonaerenses no fuéramos lo suficientemente maduros como para poder manejar cuántos vecinos pierden la vida en cada ciudad, abruptamente y sin explicación, las autoridades sanitarias no solo dejan de dar cuenta de lo que pasa sino que incluso no hay respuestas ante la consulta puntual.
Hasta el 25 de septiembre, en base a datos oficiales, InfoRegión pudo estimar la mortalidad que produce el coronavirus en cada distrito de la región. Avellaneda se llevaba la peor parte con 135 muertos cada 100 mil habitantes, casi 4 veces más que Presidente Perón, que registra 41 muertes cada 100 mil habitantes. La situación de San Vicente había mejorado sensiblemente, porque de encabezar la lista hasta mediados de abril, llegó ubicarse entre los de menor cantidad de fallecidos. Conocer eso es un derecho de cada vecino de la Provincia, pero ya no lo podremos saber porque las autoridades bonaerenses decidieron ocultar la información.
Los datos no le pertenecen al gobierno provincial, sino a sus ciudadanos. Es inaceptable ser tratados como niños, la Provincia debe reponer inmediatamente el acceso a esa información pública y dejar que los bonaerenses, que hemos puesto mucho en esta pandemia, decidamos qué hacer con lo que nos pasa.
