El dolor de los padres de Lola: “A nuestra hija no nos la va a devolver nadie”

José y Carolina perdieron a su pequeña beba el jueves. Fue alcanzada por una bala en una disputa entre bandas. Estaba en los brazos de su mamá.

La tragedia envuelve a José y Carolina. La mujer había salido a comprar pan a un almacén del barrio, junto a su pequeña beba Lola Jazmín Montero, cuando se registró un enfrentamiento a tiros. Una de las balas impactó en la cabeza de la beba. Son tres los detenidos, pero no hay noticia que pueda calmar su dolor. “A nuestra hija no nos la va a devolver nadie”, lamentan.

“Estaba comprando el pan y mi hija pega un grito, se da vuelta y tenía el disparo en la cabeza”, relató este viernes a la prensa Carolina, la madre de la pequeña. “Yo bajé a comprar el pan y ahora no la tengo más conmigo”, insiste la mujer, tratando de encontrarle alguna lógica al drama que le toca atravesar.

Lola tenía cinco meses. “Nadie me la va a devolver”, lamentó Carolina, destruida. “Es algo que no se puede explicar”, apunta José, tratando de contenerla.

José contó que él mismo se subió a un patrullero para llevarla a la beba al hospital y pese a que durante el viaje le hicieron tareas de RCP y su hija “llegó con vida (al centro de salud), pero no aguantó y entró con un paro”. “Desgraciadamente a nuestra hija no nos la va a devolver nadie. No sé cómo nos vamos a recuperar”, planteó.

La mujer admitió que desde hacía tres noches que se registraban tiroteos en los monoblock de Dock Sud, partido de Avellaneda. “Es normal (por los disparos), van, hacen quilombo y se meten a la torre”, denunció. “Son un par de pelotudos que se cagan a tiros porque tiene ganas y lamentablemente no se lastiman ellos y terminaron lastimando a una criatura”, apuntó el padre de Lola.

Autopsia

La autopsia realizada esta mañana en la morgue judicial de Lomas de Zamora confirma que la beba fue asesinada de un único balazo que ingresó por su parietal derecho.

En su reporte preliminar al fiscal de Avellaneda a cargo de la causa, Elbio Laborde, los médicos informaron que el plomo pudo ser extraído y aparenta ser de un “calibre grueso”, pero presenta una deformación que podría complicar un peritaje balístico que se pretendía realizar con la pistola calibre 9 milímetros secuestrada ayer en el marco de los allanamientos.