Mientras desde el Ministerio de Economía mantienen la intención de segmentar subsidios energéticos según el poder adquisitivo de los hogares y aumentar tarifas de electricidad y gas, desde el sector más duro de la coalición oficialista resisten esa medida clave para reducir el déficit fiscal y que comenzará a ser debatida sobre la base del proyecto de Presupuesto 2022 enviado al Congreso.
Economía prevé bajar al 1,5 por ciento del Producto Bruto los subsidios a las tarifas eléctricas y de gas en 2022, que en 2021 rondarán el 2,2 por ciento según indicaron desde Hacienda lo que implicará aumentos en los servicios públicos que promediarán del 38 al 40 por ciento en sectores medios.
Sin embargo, el jefe del bloque del Frente de Todos en Diputados, Máximo Kirchner, defendió la política de atraso tarifario y tomó distancia del presupuesto de Guzmán que prevé una reducción de 2,1 a 1,7 por ciento del PBI en el rubro “energía, combustibles y minería” de la partida Servicios económicos.
Kirchner consideró que las tarifas no tienen que aumentar “en los términos que proponía el sistema” energético: “Siempre entendimos en aquella discusión por tarifas que se tenía que tomar en cuenta cómo estaba la realidad de muchos argentinos y argentinas, incluso de aquellos trabajadores formales que se encuentran por debajo de la línea de pobreza o en sus límites”, sostuvo.
Sobre los incrementos tarifarios que surgen a partir del proyecto de Presupuesto, Kirchner dijo que la iniciativa “se discutirá ahora en el Congreso”.
“Uno puede prever matemáticamente cuál debería ser el aumento pero también tiene que ver cómo está la sociedad. Uno no puede actuar en base simplemente a cuentas matemáticas”, advirtió.
