El presidente Mauricio Macri encabezó esta mañana el acto por el 9 de Julio en Tucumán. Junto a miembros de su Gabinete y acompañado del gobernador Juan Manzur y su candidato a vice, Miguel Ángel Pichetto, comparó su gobierno con la gesta de la independencia.
“Acá le i al mundo que éramos independientes. Vinieron hombres y mujeres de todo el mundo para construir juntos un futuro común. En esta casa histórica empezamos a caminar nuestra historia. Dentro de estas paredes, donde un grupo de personas tomo una decisión que no tenía vuelta atrás, decidieron confiar en su capacidad y sin depender de nadie más que de ellos mismos”, señaló al comenzar su discurso.
A continuación, señaló: “Piensan que era fácil tomar la decisión de separarse de España, se jugaba mucho, el futuro de un país entero. Deberían tener muchas ilusiones y entusiasmo. Nunca es fácil llevar adelante una transformación tan grande y cambiar de raíz lo que estuvo arraigado durante décadas. Nos pasa a nosotros, le pasa al país, pero son transformaciones que necesitamos para crecer, avanza, para no quedarnos estancados”.
Recordó a Manuel Belgrano y José de San Martín como hombres fundamentales en la gesta de la independencia, y los calificó como “impacientes”. “Los argentinos tenían una tarea difícil, ponerse de acuerdo”, apuntó.
“Ellos cambiaron el futuro, igual que nosotros. Tuvieron la grandeza de ver más allá de esas diferencias, hoy la Argentina nos exige ese mismo paso de grandeza. Sabían que había dificultades y que muchos se oponían, igual que nosotros; actuaban desde la convicción y los valores que defendían y que no querían para sus vidas nunca más, igual que nosotros; ellos sabían que era el comienzo, igual que nosotros. Ellos sabían que esa transformación iba a estar acompañada de dos palabras ´para siempre´, la independencia y la libertad eran para siempre”, expresó.
“No hay vuelta atrás cuando el pueblo está decidido ir en una dirección. Hoy los argentinos estamos empezando a transitar nuestro tercer siglo de vida, pero más que nunca debemos aprender de quienes estuvieron en esta casa en 1816. Tenemos que trabajar más allá de nuestras diferencias, encarando los problemas de frente y sin miedo. Ninguna transformación de raíz es fácil, sabemos que podemos lograrla si la hacemos de buena fe, sentándonos en una mesa a dialogar, escuchándonos, recibiendo el aporte de los que más saben de cada tema, si cada uno decide ver y apostar a un futuro común”, manifestó a continuación.
Y dejó en claro: “No había superhéroes en 1816, tampoco los hay hoy”. “Somos personas de carne y hueso, ciudadanos comprometidos que podemos unir nuestro entusiasmo por este gran sueño que es Argentina. Depende de nosotros”, concluyó.
