Ya pasó Navidad y fueron pocos los fuegos artificiales que hicieron brillar el cielo nocturno. De todos modos, la tradición indica que los artefactos son más utilizados para despedir el año y dar la bienvenida al siguiente. Ante la llegada del festejo, qué se debe hacer con los animales para reducir el impacto.
Tanto los perros como los gatos pueden verse afectados por la pirotecnia, aunque los síntomas son distintos: en los caninos suelen ser más visibles mientras que los felinos tienden a esconderse y los dueños no pueden ver la reacción.
Los fuertes estruendos pueden provocar congelamiento o paralización, intentos de escape, temblores y taquipnea (jadeos continuos). Experimentan ansiedad, confusión y miedo.
¿Qué hacer con las mascotas?
Los especialistas recomiendan dejarlos en espacios cerrados, sin ventanas grandes o puertas que permitan que el animal escape. Un espacio ideal es el baño, ya que son pocos los objetos contra los que puede golpearse y tiene ventilación. También recomiendan dejar música fuerte, para que los ruidos del exterior no se escuchen tanto, y que tengan a mano un recipiente con agua.
Aquellos casos en los que los síntomas sean más graves, pueden acordar con el veterinario de confianza alguna medicación (sedación) que permita reducir el malestar.
Avanza la concientización pero no alcanza
Si bien en los últimos tiempos se multiplicaron las campañas de pirotecnia cero, la problemática sigue vigente. Las organizaciones que buscan visibilizar la realidad de las personas con autismo salen a las calles para contar cómo pasan las Fiestas las personas con TEA.
“Mi hijo se encierra en el baño, que es donde menos se escucha el ruido, y me abraza”, había comentado a Info Región Zulema, madre de un niño con TEA que impulsó una campaña de concientización en la peatonal de Lomas de Zamora.
