Solidaridad y barrio en José Mármol

"Estamos ayudando a 132 familias, y todavía hay mucha gente a la que no le podemos dar una mano porque es mayor la necesidad que el recurso."

En 2018 el Club Social y Deportivo Mármol, que no había sido ajeno a los vaivenes que sufrió la Argentina de los últimos 80 años, estaba muy caído y a punto del cierre. En ese entonces, un grupo de amigos que se habían criado juntos en el club decidieron reunirse para dar una mano en homenaje a los tiempos más felices.

Fue así que armaron una lista y ganaron la conducción de la entidad que tiene los mismos colores que Atlanta o Dock Sud. Arrancaron a trabajar para revivir el club y cuando empezaban los primeros pasos llegó la pendemia, Era marzo de 2020.

“Nos empezamos a enterar de que mucha gente del club y del barrio la pasaban mal, vecinos y amigos que tenían chicos y que les costaba llevar un plato de comida a la casa. Así que, pese a que estábamos aislados, comenzamos a contactar a través de los grupos y a a pensar cómo ayudar a esa gente que siempre venía al club y nos ayudaba pagando una cuota”, cuenta Marcelo Volonte, a quien le tocó presidir esa comisión que buscaba devolverle el club al barrio.

Fue así que comenzaron a buscar gente que pudiera ayudarlos a darle una mano a esos vecinos y llegaron a la diputada nacional Cecilia Moreau quien los conectó con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y a su titular:, Daniel Arroyo, quien los derivó a la Secretaría de Inclusión a cargo de Laura Alonso, con quien realizaron las gestiones administrativas para poder recibir y distribuir bolsones de alimentos para ayudar a las familias que la estaban pasando mal.

“En agosto de 2020 recibimos el primer envío de mercadería que hicimos llegar a 64 familias. Ahora estamos ayudando a 132 familias, duplicamos la cantidad y todavía hay mucha gente a la que no le podemos dar una mano porque es mayor la necesidad que el recurso. Hay mucho pintor, gasista, remisero, gente que se la rebuscaba la diaria en la calle y hoy no puede porque tampoco hay plata”, explica Volonte quien subraya que “el club siempre fue muy solidario, una familia tenía un problema y el club le conseguía un remedio o una frazado y nosotros tomamos esa posta”.

Es así que hoy cada vez que llega el camión, arman los bolsones, y avisan a los vecinos cuyas necesidades fueron comprobadas, para que se acerque a la sede del club que ese día es punto de encuentro de un público que abarca desde padres y madres treintañeros hasta gente mayor que que ya no logra estirar más su jubilación.

El club y el barrio

En medio de la pandemia, el grupo de viejos chicos del barrio volvió presentarse y Volonte dejó su lugar a Alejandro Ipucha para pasar a ocupar la protesorería.

“Estuvimos cerrados desde marzo a noviembre de 2020, abrimos y ahora estamos cerrados otra vez. Llevamos diez meses casi sin ingresos y nos costó mucho pargar impuestos y servicios, por suerte el municipio de Almirante Brown nos eximió de pagar las tasas y pudimos anotarnos en una moratoria de ARBA”, resume Volonte quien subraya que pudimos pagar porque tenían un ahorro para hacer una obra que debieron destinar a pagar servicios que no usaron como energía eléctrica, gas o agua.

Fundado el 14 de febrero de 1943, el Social y Deportivo Mármol tiene su sede en King 957, de esa localidad. Allí se practican una serie de desciplinas que van desde futbol competitivo masculino y femenino, y escuelita, tae kwondo reggaton o gimnasia artística a cargo de profesores que “ayudan mucho” porque también son conocidos del barrio.

“Es un club de gente laburadora, la cuota de los nenes es de 80 pesos y la de los mayores 100 y al que no puede pagar una actividad se le da una beca o media beca porque no vamos a dejar a un chico afuera. Ayudamos a la gente porque eso es lo que nos enseñaron nuestros viejos”, concluye Volonte y resume casi ocho décadas de historias de barrio.