¿Por qué se come pescado en Semana Santa?

El origen de la tradición y la importancia de sumarlo a la dieta.

pescado

A horas del Jueves Santo, la comunidad católica camina en busca de pescado para cumplir con la tradición. ¿Sabés cuál es el significado de comer pescado en Semana Santa? ¿Está prohibida la carne vacuna?

Durante el Jueves y Viernes Santo los fieles católicos suelen guardar ayuno y abstinencia de carne roja como un acto de penitencia, ya que según la Biblia en la comunidad cristiana está prohibido ingerir estos alimentos durante la cuaresma. De acuerdo al Código de Derecho Canónico, “todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia”.

Pescado, fuera de la dieta

En el país se producen 750.000 toneladas de productos marinos y 40.000 toneladas de origen continental, por lo que Argentina es un país en el que el pescado es de fácil accesibilidad. Sin embargo, los argentinos consumen solamente entre 5 y 7 kg de pescado al año per cápita y esto, según datos de la FAO, es un 30% menos en comparación con el resto de Latinoamérica.

Debido a la abstinencia de carnes rojas durante la Semana Santa, el consumo aumenta considerablemente. Pero más allá de esos días puntuales, no se trata de un hábito constante ya que durante el resto del año, cada persona consume menos de 100 gramos.

La importancia del pescado

Incorporar el pescado en la dieta diaria al menos dos veces por semana, básicamente porque aporta los ácidos grasos esenciales que no están presentes en otros productos naturales.

Por otro lado, el pescado presenta menos colágeno que otras carnes, particularidad que lo vuelve más tierno y de fácil digestión. Es muy rico en nutrientes, posee proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos.

Estos ácidos grasos Omega 3 que sólo la carne de pescado aporta, otorgan un efecto protector o preventivo para patologías cardíacas, elevan el nivel de colesterol bueno, regulan el nivel de lípidos en sangre y reducen la presión arterial.

Además, colaboran con el desarrollo neurológico, lo que lo hace un nutriente esencial para el adecuado desarrollo del cerebro y del resto del sistema nervioso de los niños.

También disminuyen el riesgo de enfermedades neurológicas como la depresión o el Alzheimer.