Históricamente los clubes de barrio han servido como un espacio de contención, evitan que muchos jóvenes pasen horas en las calles y, en algunas ocasiones, les entreguen un plato de comida. Hoy los clubes atraviesan una situación muy difícil por el aumento de las tarifas de gas, luz y agua, que ponen en jaque su funcionamiento.
Tras los anuncios de nuevos incrementos en las tarifas, clubes consultados por Info Región advirtieron que las dificultades “van a ser cada vez peores”. “La suba de las tarifas nos obligó a cambiar nuestra rutina y tuvimos que dejar de hacer mejoras en el club. La situación es terrible”, expresó Marcelo Volonte, presidente del Club Social Y Deportivo Mármol.
La tarifa de electricidad aumentará de manera escalonada hasta el 55% entre los próximos meses de febrero y agosto inclusive. También trascendió que el próximo aumento en la tarifa de gas se concretará en abril y será del 35 por ciento. Además, la tarifa del servicio de agua corriente de Aguas y Saneamiento Argentino (AySA) aumentará 17 por ciento a partir del 1 de enero próximo, y volverá a subir en un 27 por ciento desde el 1 de mayo de 2019.
Volonte expresó que el Club Social Y Deportivo Mármol es “un club muy de barrio y de clase media baja” en el que “más que practicar un deporte para hacer ganar plata es para sacar a los chicos de la calle”. “La cuota social de un nene en el club, si la puede pagar, es de 20 pesos”, explicó.
“Tuvimos que poner las actividades lo más temprano posible para tratar de no prender las luces y en el horario nocturno alquilamos las canchas para ganar unos pesos más, pero tampoco se puede subir el precio de las canchas porque la gente está igual de ahorcada que todos los clubes”, señaló.
Por su parte, la presidenta del Club Defensores de Banfield, Marina Lesci, manifestó que “es un descontrol terrible la situación de la luz y el gas que no paran de aumentar”. “Es algo que perjudica mucho al club. Nos llegan facturas de 120 mil pesos de gas y 70 mil de luz. Con los anuncios de nuevos aumentos la situación va a ser más complicada”, subrayó.
As¡mismo, mencionó que es complejo porque el club “sufrió un montón de aumentos”. “Es complejo porque nosotros sufrimos un montón de aumento. Ni siquiera sabemos con certeza cuanto nos va a impactar”, destacó y añadió: “Es una lotería las boletas porque te aumentan con consumos distintos. Nos preocupamos porque no sabemos cuanto nos va a impactar ni en qué porcentaje”.
Deuda con ARBA y AFIP
Tras dejar atrás la posibilidad de la quiebra, el club concursó en 2009 y en la actualidad ya le ha pagado la deuda a todos los acreedores, por lo que “está saneado económicamente”. Sin embargo, desde hace años está peleando para pagar lo que le debe a AFIP y ARBA, pero las agencias de recaudación “no responden los planes de pagos”.
“Estuvimos ahorrando dinero y queremos pagar esa deuda porque es la única que nos queda para que el club esté saneado. AFIP y ARBA no se presentan a decir cuánto debemos y no se resuelve más. El concurso cumple más de 10 años”, apuntó.
Situación del país
El referente del club de José Mármol indicó que los días de partidos de fútbol comenzaron a darle de comer a los chicos. “Les dábamos un refrigerio y ahora cuando jugamos de local conseguimos que nos donaran una cocina y también les damos de comer porque tenemos algunos chicos que casi vienen sin comer porque sabemos que los padres tienen problemas económicos”, contó. “Hay nenes que han dejado de venir y tratamos de conseguir botines porque muchos han dejado de venir porque se le rompen los botines y no los pueden comprar”, agregó.
El impacto de la crisis
Desde la Federación de Clubes y Entidades Afines del Sur (FECEAS), entidad que nació para en septiembre “para enfrentar la crisis”, habían señalado a este medio que la situación “es realmente difícil y crítica” y remarcaron que están “muy preocupados”. “No se valora nuestro aporte como sostén y complemento de la familia, la educación, la formación y el respeto, todos valores de una sociedad democrática y en transformación”, apuntó su titular, Raúl Melzi,
Una de las opciones sería trasladar el costo de las tarifas a los socios y a aquellos que asisten a los clubes, pero son conscientes de la situación económica del país y entienden que podría ser contraproducente. “Hoy, decir que vamos a aumentar las cuotas un 10 por ciento es arriesgarnos a perder socios y ampliamos el problema”, señaló. “La profunda crisis que estamos atravesando como sociedad ha transformado el deporte amateur y los ratos de esparcimiento en el club en un artículo suntuario. La economía doméstica obliga a cada familia a reducir sus gastos, y lógicamente el club es un gasto valioso para la familia, pero no imprescindible, apuntó Melzi.