Los movimientos sociales cercanos al Presidente suspendieron la movilización


Movimiento Evita

Los movimientos sociales que se habían autoconvocado para la tarde de hoy a una movilización en Plaza de Mayo en respaldo del presidente Alberto Fernández resolvieron suspender la convocatoria por pedido del propio mandatario.

El Presidente, que esta mañana se reunió con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, le hizo saber a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que prefería suspender la marcha para tranquilizar el clima político, de por sí alterado por las renuncias masivas de funcionarios alineados con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Por una cuestión de responsabilidad política, levantamos la movilización”, dijo Gildo Onorato, integrante de la conducción nacional del Movimiento Evita, en tanto que el responsable del Movimiento Somos Barrios de Pie, Daniel Menéndez, ratificó que la marcha “fue suspendida hasta nuevo aviso”.

El Movimiento Evita, que había sido uno de los primeros en llamar a una movilización, anunció este mediodía que desarticulaban la convocatoria, tal como había dejado trascender más termprano Fernando “Chino” Navarro”, funcionario de la Jefatura de Gabinete y uno de los líderes de esa organización.

Otros referentes de ese espacio son Emilio Pérsico, también funcionario en el área de Economía Popular; Mariel Fernández, intendenta de Moreno, Leonardo Grosso, diputado nacional; Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP, y Patricia Cubría la senadora provincial.

También Juan Grabois, de la UTEP, fue crítico con las políticas económicas y sociales del Gobierno, pero se mostró a favor de fortalecer la figura del Presidente para evitar una crisis de gobernabilidad.

Por eso pareció en un primer momento que el Jefe de Estado avalaba la movilización frente a la Casa Rosada, pero con el correr de las horas trascendió que la interpretación generalizada fue que la marcha tensaría más aún la relación con el sector del kirchnerismo, fundamentalmente con La Cámpora, con quien el Gobierno mantiene una pulseada por la integración del gabinete nacional.

Ayer, una docena de funcionarios, desde ministros a jefes de área, presentaron públicamente su dimisión con la intención de forzar al Presidente a remover a sus propios hombres del gabinete resistidos por el kirchnerismo, sobre todo después de la derrota electoral del domingo.