Alquileres por Internet: más de mil estafas a turistas


Ventas minoristas

Desde el primero de diciembre ya se llevan registrados más de mil estafas con alquileres falsos en destinos turísticos como la costa atlántica, Villa Carlos Paz, Gualeguaychú, Bariloche y Villa La Angostura, una modalidad que se extiende a la zonas de quintas del conurbano según Encuesta Mensual de Inseguridad (EMI), desarrollada por la organización no gubernamental Defendamos Buenos Aires que precisa que el monto promedio de cada estafa ronda los cien mil pesos.

“En general el gancho llega por el lado del precio que sumado a la ansiedad por alquilar y por tomarse vacaciones hace que la operación se cierre y que la víctima depositr la mitad de la estadía en una cuenta de un banco de primera línea, lo que confirma la seriedad del asunto cuando el problema no hizo otra cosa que comenzar”, explicó el el titular de la ONG, Javier Miligino.

“En todos los casos los delincuentes crean un perfil en Facebook o Instagram, suben fotos, ofrecen una descripción sólida de la casa o departamento a alquilar. Contestan preguntas de todo tipo para dar imagen de seriedad y por fin se concreta la estafa. Comienzan a recibir depósitos del 50 por ciento de la estadía (en promedio unos 100 mil pesos), por una propiedad que nunca existió. En general, la cuenta donde va a parar el dinero lo redeposita en otra cuenta en forma automática y para cuando llega la investigación judicial, todo es engorroso y del dinero no quedó ni rastro”, añadió Miglino.

Desde Defendamos Buenos Aires aconsejan desconfiar de los bajos precios o de beneficios extra a cambio de un adelanto en el pago. Y, en la medida de posible, ir a la casa del dueño de la propiedad en alquiler.

“No confíen en depositar en cuentas bancarias, cajas de ahorro, tarjetas prepagas o en aplicaciones, porque muchos bancos o financieras tienen una apertura veloz de cuentas, tomando muy pocos recaudos y la gente deposita con la mayor confianza porque es un banco importante y luego esas cuentas se consideran desiertas porque una vez retirados los valores, los titulares desaparecen”.

Por último, citan la trampa judicial: “Los damnificados suelen hacer la denuncia en el destino turístico, pero en verdad se debe realizar en el lugar del desapoderamiento. Eso hace que el tiempo juegue a favor de los estafadores”.