Juntos por el Cambio tiene una nueva tormenta interna y en esta ocasión involucra al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien decidió dar un paso al costado y dejar la mesa provincial del PRO en una nueva señal de las permanentes tensiones entre quienes gestionan los territorios y quienes pulsean por posicionar a la coalición en una oposición frontal al oficialismo.
En esta ocasión, tanto María Eugenia Vidal como Mauricio Macri impulsaron el rechazo a los acuerdos alcanzados por Grindetti tras sus negociaciones con el oficialismo en la Legislatura bonaerense en torno a la nueva reforma de la caja de jubilaciones del Banco Provincia, afectada por los recortes impulsados por María Eugenia Vidal durante su mandato su gestión al frente de la Provincia.
Grindetti, quien anunció que no buscará la reelección en Lanús es el emergente de los alcaldes del Pro que reclaman mayor protagonismo y más poder de decisión, y fue el encargado de consensuar con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y su jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, con quienes cosntruyó una sólida relación, un proyecto para introducir cambios en la ley que regula las jubilaciones de la entidad bancaria ante la chance de que reciba un fallo judicial desfavorable.
Sin embargo, el ex presidente Mauricio Macri en consonancia con Vidal y Horacio Rodríguez Larreta decidieron desconocer el acuerdo lo que llevó al lanusense a dejar la mesa provincial, aunque lo hizo casi en silencio pero con el respaldo de un grupo de intendentes que siguen anotando en sus libretas estos desplantes de las figuras nacionales en especial un remozado Macri que parece haber recuperado liderazgo.
Por lo pronto, Grindetti está anotado a la carrera por la Gobernación en 2023, o, al menos, a forzar que los intendentes tengan un lugar en la mesa de decisiones, una idea que empezó a tomar forma con la presentación del partido Hacemos Juntos, impulsada junto por al jefe comunal platense, Julio Garro y otros dieciséis intendentes.
