Cuál es la mejor opción de calefacción eléctrica


Familia calefaccionándose con un panel eléctrico

La tempranera ola de frío polar hizo que muchos que requieran alternativas de calefacción que no requieran de instalaciones como las que necesitan las estufas a gas.

Entre las opciones que funcionan con energía eléctrica hay una notable diferencia de consumo entre ellas que impactan no sólo en la factura sino en el rendimiento de la instalación cuya capacidad puede verse desbordada y tener inconvenientes.

A la hora de comprar o de elegir cuál usar es necesario tener en cuenta el costo no sólo de la compra sino del consumo y cómo impactará en una factura que aumentará este mes.

En ese sentido, pese a su pequeño tamaño, el caloventor es la opción que más consume en una proporción que triplica la del panel eléctrico de bajo consumo, que la opción más eficiente.

Mientras un caloventor de 2000 W de potencia consume 2 KW por hora, un panel usa 0,60 kWh y para su instalación no es necesario realizar ningún tipo de obra además de ser un método de calefacción sustentable.

Tras el caloventor, en términos de consumo, sigue la clásica la estufa de cuarzo de dos velas, que consume 1,20 kW por hora.

También eléctrico, y aunque requiere instalación, viene el aire acondicionado con un consumo promedio de 1,01 kW/h, a 20° en modo modo calor y siempre recordando que por cada grado que se suba el termostato, la demanda de energía puede incrementarse entre 7 y 9 por ciento.

En el ranking de consumo sigue el radiador eléctrico estándar con un consumo horario de 0,96 kWh

Comparativa de consumos eléctricos para calefacción.

La etiqueta de eficiencia energética

Los artefactos eléctricos de una misma clase no siempre consumen lo mismo, por eso importante chequear la etiqueta de eficiencia energética que presenta una escala de de letras y colores. La mayor eficiencia es el color verde, clase A. La menor eficiencia es color rojo, clase G y la diferencia de consumo entre ambos extremos es notoria.

El buen uso también ayuda, es importante ventilar los ambientes una vez por día y durante el día mantener abiertas persianas y cortinas para aprovechar la luz y el calor natural del sol.

Por el contrario, las ventanas deben cerrarse durante la noche y bajar las persianas para proteger las superficies vidriadas del frío.