El fin del amor, una propuesta interesante para repensar los vínculos y la identidad


En detalle

Es el retrato del viaje interno de Tamara Tenembaum por encontrarse, alejándose de todo lo dado, cuestionándolo y desarmando su historia.
Dirección 7.0
Guión 7.0
Fotografía e iluminación 8.5
Actuación 8.0
Diseño de sonido 7.5
Lo mejor
Es una serie profundamente necesaria que llega a la pantalla chica en el momento justo, ya que viene a ocupar el lugar de las historias que invitan al espectador a reflexionar y repensar ciertos conceptos, comportamientos y prácticas sociales.
Para mejorar
Nada

El fin del amor es la nueva serie de Amazon Prime Video creada por Erika Halvorsen a partir del libro de Tamara Tenembaum, que narra su historia a partir de la interpretación de Lali Espósito, quien se pone en la piel de la reina de la rebeldía, una filósofa de familia judía ortodoxa que curte la cultura pop-rock y decide dejar a su novio, en una búsqueda de autoexploración.

Tamara Tenembaum (Lali Espósito) es una treintañera de familia judía ortodoxa cuyo padre falleció en el atentado a la AMIA, y desde chica, intentando destacar por ser la rebelde de sus tres hermanas, se negó a aceptar las tradiciones de la religión, y se alejó completamente de ella, así como de la mayoría de sus relaciones familiares, sin contar a su madre, Ruth (Verónica Llinás).

Tamara estudió filosofía y se desempeña como profesora en la UBA, y como columnista en una radio en la que habla de temáticas actuales que competen, sobre todo, a las mujeres, un tema que a Tamara le resuena y la atraviesa, la lleva a su infancia, a su propia concepción del ser mujer, y a las mujeres que la rodean y constituyen, entre quienes destaca, sobre todo, a sus mejores amigas Juana (Vera Spinetta) y Laura (Julieta Giménez Zapiola).

El fin del amor es el retrato del viaje interno de Tamara Tenembaum por encontrarse. Y para hacerlo, desde siempre parece necesitar alejarse de todo lo dado, cuestionarlo, desarmarlo, ponerlo al derecho y al revés. Así es como su renuncia al judaísmo ortodoxo que se le impuso, se traslada en sus treinta años, a la renuncia al amor romántico y pareja monogamica que construyó con Federico (Andrés Gil), a quien deja de la noche a la mañana sin demasiada explicación, y llevándose una valija llena de todas sus dudas y sus deseos por descubrir.

El éxito rotundo de la serie creada por Erika Halvorsen la ha colocado en el puesto número uno de producciones vistas a nivel global en la plataforma Amazon Prime Video, ganándole sorprendentemente el podio a Argentina 1985. Además del triunfo que los números traducen y hablan por sí solos sobre esta producción, es preciso destacar que El fin del amor es una serie profundamente necesaria que llega a la pantalla chica en el momento justo, ya que viene a ocupar el lugar de aquellas historias que invitan al espectador, y sobre todo, un espectador adolescente o jóven adulto, a reflexionar y repensar ciertos conceptos, comportamientos y prácticas sociales.

El viaje de exploración de Tamara es, fundamentalmente, una búsqueda de identidad en un punto de la vida donde se ha construido mucho pero todavía queda mucho más por construir. En aquella edad en la que no se es ni joven ni viejo, en la que grupos de amigos comienzan a componerse por algunos que ya son madres o padres, y otros cuya mayor preocupación es qué bebida comprar para la previa del fin de semana.

Resulta muy sencillo identificarse con los personajes de esta producción y ese es un punto muy a favor con el que juega, porque se encarga de tratar las preocupaciones, las contradicciones y las angustias de una generación entera, de manera seria, con la altura y la importancia que merecen, pero también de forma colorida y divertida, tal como resultan los matices de la vida real.

Temas e interrogantes calientes en El fin del amor

La serie explora temas importantísimos como la religión, las tradiciones familiares, la pregnancia de esas prácticas y la manera en que éstas influyen en la construcción de la identidad, de los valores, y de los deseos, trazando en muchas personas un camino a seguir, un modelo ideal de quién se debe ser bajo parámetros determinados, y muchas veces, estrictos e ineludibles, que generan choque de fuerzas con conceptos fundamentales como la feminidad y a su vez el feminismo, qué es ser mujer, cómo se llega a serlo, y las exigencias sociales de realización femenina en manos de construcciones como el amor romántico, el casamiento y la familia. El fin del amor es una invitación explícita a cuestionarse el propio deseo, desde todos los puntos de vista del concepto.

El fin del amor no necesita contar una historia espectacular, gigante, increíble, porque no le hace falta. Basta con introducir al público en la vida de Tamara Tenembaum, una mujer que no sabe lo que quiere, que no sabe quién es, que no se halla en ningún lado, y que se ha constituido sobre las bases de la rebeldía y de escapar de lo que se supone que tenía que ser y hacer, hasta quedar, sin darse cuenta, encerrada en eso mismo, y sin saber para donde correr. Podría ser la historia de cualquier persona y ese es el punto que refuerza la identificación con los personajes, y sobre todo con la protagonista, interpretada por una Lali Esposito que ha sabido captar los matices exactos del personaje para trasladar todo su histrionismo y su sensibilidad a la pantalla.

El fin del amor, la serie de Lali Espósito

Ficha técnica

Título original: El fin del amor
Año: 2022
Duración: 10 episodios
Género: Drama, Comedia
Creador: Tamara Tenembaum, Erika Halvorsen
Director: Leticia Dolera, Daniel Barone, Constanza Novick
Reparto: Lali Espósito, Vera Spinetta, Julieta Giménez Zapiola, Andrés Gil, Mariana Genesio Peña, Verónica Llinás
Dónde ver: Amazon Prime Video