Ellos no pueden llegar a la casa, sacarse las zapatillas y dejarlas en la entrada. Tampoco puede quejarse de los altos precios que se manejan en los comercios de cercanía ni del mal servicio de obras sociales o prepagas, tampoco de la falta de vacunas en las farmacias. Ellos no tienen un techo en el que refugiarse ante el avance del coronavirus en el país y se encuentran a su suerte.
Desde que la pandemia llegó al país se cobró la vida de más de 150 personas y ellos sienten el mismo temor que los demás ciudadanos, pero no tienen forma de protegerse. Algunos usaban los cajeros automáticos para pasar la noche, esos mismo espacios que son desinfectados a diario para que los ciudadanos que deben retirar dinero no se contagien. La limpieza de las calles y veredas, especialmente en zonas comerciales, son moneda corriente y ellos miran desde lejos, a un costado, tratando de evitar que los mojen.
Son al menos 1024 las personas en situación de calle en distintos puntos de la Región, según el censo realizado el año pasado por organizaciones sociales. El relevamiento, vale recordar, se realizó en Lomas de Zamora y Lanús, por lo que se descarta que la cifra es aún mayor si se contempla otros distritos, como Almirante Brown o Avellaneda.
Cuando las alarmas por el nuevo virus comenzaron a sonar en el país, las organizaciones que se dedicaban a realizar “recorridas nocturnas”, las dieron por finalizadas. Era riesgoso para los voluntarios. Y así, ellos dejaron de recibir ese plato de comida caliente que llegaba una vez a la semana. La vida también cambió para ellos; de un día para el otro, la asistencia de las organizaciones cesó y se encontraban librados a su suerte, esperando que la mano del Estado se acercara.
El censo de Zona Sur arrojó como dato central que son 1.024 las personas en situación de calle. el 53 por ciento de esa población es adulta y el 47 restante es menor de edad. Desde Proyecto 7, que trabaja el tema en el ámbito de CABA, habían alertado a Info Región que aumentó la población de mujeres; es decir, hay familias en las calles.
Una ayuda fundamental
En el marco de la pandemia y ante la llegada de los primeros fríos, los mismos vecinos de los distintos puntos de la Región optan por realizar ollas populares o entregas de elementos sanitarios para toda la comunidad. A estas acciones individuales se suman los clubes, algunos con ayuda del gobierno local, para dar contención a los que siempre parecen invisibles.
Temperley fue el que tomó la posta en Zona Sur: El Celeste, junto a la organización “No seas Pavote” y el Municipio de Lomas de Zamora, equiparon la sede central del club, ubicada en 9 de Julio y Dorrego, para albergar a las personas que se encuentren en situación de calle.
Los Andes, dejando en claro que solo son rivales dentro de la cancha, colaboró con el Gasolero y donó decenas de productos que permitieron ayudar a la Casa de Mujeres y Niños Teresita, al Hogar de Niños Guadalupe y al Centro Barrial Tinku.
Finalmente, San Martín de Burzaco, a partir de una iniciativa de la Comisión Directiva, también tomó cartas en el asunto y realiza, dos veces por semana, una olla popular para los que más lo necesitan, además de aceptar y distribuir donaciones de los vecinos.
