Durante el aislamiento, 6 de cada 10 argentinos subieron de peso

Los principales factores son ansiedad y sedentarismo. ¿Qué hacer para recuperar el peso anterior al confinamiento?

Durante la cuarentena decretada para evitar la propagación de Covid-19 (de marzo a octubre), 6 de cada 10 argentinos subieron de peso. Así lo indica un informe de la Sociedad Argentina de Nutrición. Las principales causas fueron el sedentarismo y la ansiedad.

“Lo hablé con mis pacientes y con mis colegas, primero y principal es porque no se están moviendo y están todo el día en la casa. Aunque sea el movimiento de ir a tomarse un colectivo al trabajo o ir a comprar algo, ese movimiento lo pierden en el día a día”, contó la nutricionista Milagros Castiñeiras a Info Región. Señaló que el confinamiento por Covid-19 potenció el sedentarismo y al hacer menos actividades, se redujo el gasto calórico.

La ansiedad es el segundo factor. “El segundo problema es la disponibilidad de alimentos por estar todo el día en la casa. Genera que cuando tenemos un momento libre, voy y como, y capaz genera que comamos más solo por estar ahí”, evaluó. Hizo hincapié en que “el comer pasa por lo emocional” y que la ansiedad inclinó la balanza. “Muchas personas que perdieron el trabajo y otras tuvieron un familiar que se contagió”, apuntó.

Señaló también que muchos optaron por recurrir al delivery y otros se sumergieron en el mundo de la cocina pero la apuesta fue a alimentos “no tan saludables”. “Hay mucha gente que decidió hacer tortas, budines, y obviamente, podemos comer un budín por semana, pero hay gente que empezó a hacerlo todo el tiempo, al igual que el delivery”, resaltó.

La especialista en nutrición diferenció el sobrepeso de la obesidad y explicó que la segunda se trata de una enfermedad que tiene múltiples causales y que no es sólo un aumento de peso. “Hay un aumento de obesidad a nivel mundial, no sólo en la Argentina. La obesidad es una enfermedad que atraviesa un montón de factores, no sólo el peso. Hay factores psicológicos, genéticos, metabólicos (diabetes, hipotensión) y hasta medioambientales”, precisó, a la vez que sostuvo que “muchas veces se los culpa, pero en realidad lo atraviesan muchos factores que lo llevan a eso”.

“El aumento de peso ya de por sí trae un montón de consecuencias, como la resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión, todo tipo de enfermedades cardiovasculares hasta colesterol y triglicéridos altos”, detalló la profesional, al tiempo que aclaró que estas personas tienen un riesgo de mortalidad muy alto. Otra consecuencia que padecen es la exclusión social y el estigma.

RECOMENDACIONES

“Lo primero que digo (a los pacientes) es que se relajen un poco y que de a poco vayan llevando un plan acorde a su peso ideal”, indicó Castiñeiras, a la vez que recomendó “moverse de a poco, hacer ejercicio y un poco de actividad física”.

En misma línea, precisó que una dieta restrictiva no funcionaría porque es muy difícil de cumplir. “Tiene que ser un plan de comida no restrictivo, la idea es que adopten  hábitos saludables, que los puedan llevar toda la vida y que en el proceso aprendan y bajen de peso”, apuntó.

¿Cómo reconocer el hambre real? “Yo recomiendo pensar un segundo antes de ir a buscar eso que queremos comer. Parar y decir ‘¿esto lo hago porque tengo hambre, tengo apetito o por otra cosa?’ Intentar reconocerlo primero, porque si no lo reconocemos claramente vamos a seguir haciéndolo”, concluyó la nutricionista.