Tras una jornada sin definiciones, el presidente se retiró de la Rosada

El primer mandatario recibía el apoyo explícito de la CGT, del movimiento Evita y Barrios de Pie. También lo apoyaron varios gobernadores.

Pasadas las 21.30, el presidente Alberto Fernández, dejó la Casa Rosada para partir en el helicóptero rumbo a Olivos poniendo fina a una jornada tensa que comenzó con la presentación de la renuncia por parte del ministro del Interior, Eduardo de Pedro a la que siguieron una docena de dimisiones de ministros y funcionarios alineados con la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner.

Tras las renuncias, los ministros del denominado ‘albertismo’ se congregaron en la casa de Gobierno donde permanecieron hasta la entrada la noche, en tanto el massismo se reunió por su parte para fijar una postura ante esta crisis.

Pese al silencio público de la mayoría de los protagonistas se pudo saber que la vicepresidente se comunicó con el ministro de Economía, Martín Guzmán, para que presente en los plazos legales el proyecto de Ley de Presupuesto mientras el primer mandatario recibía el apoyo explícito de la CGT, del movimiento Evita y Barrios de Pie.

También recibió apoyo de gobernadores, como Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones) le hicieron llegar al mandatario su respaldo a través de llamados telefónicos, del mismo modo que Juan Manzur (Tucumán); Omar Gutiérrez (Neuquén), Raúl Jalil (Catamarca) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis).

Sin definiciones concretas, hasta el momento, la crisis parece haber entrado en un laberinto a la espera de una decisión presidencial respecto al rumbo que quiere imprimir a su gestión, al menos hasta las generales de noviembre.