Educación financiera, ¿la nueva materia de las escuelas bonaerenses?


Aumentan los colegios

Un proyecto para modificar la Ley Provincial de Educación y agregar la promoción de la Educación Financiera desde el nivel inicial en los establecimientos públicos, de gestión estatal y privada, en busca del desarrollo de habilidades en los alumnos para dotarlos de herramientas que les permitan tender a la independencia económica y financiera a lo largo de toda su vida fue presentado en la cámara baja bonaerense por el legislador radical Emiliano Balbín.

Según Balbín, la modificación del artículo 16 de la ley bonaerense 13.688 aportará al desarrollo de conocimientos y capacidades en economía, finanzas personales y familiares que le permitan al educando una correcta asignación y administración de los recursos económicos a lo largo de toda su vida.

“Todos los alumnos tienen derecho a recibir educación financiera desde el nivel inicial en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional y provincial, entendiendo como educación financiera temprana el desarrollo de conocimientos relacionados con el conjunto de habilidades que permiten a un individuo tomar decisiones informadas sobre sus recursos”, explicó el legislador.

El legislador de Salliqueló sostuvo que “las personas que reciben educación financiera desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, y mejorar su bienestar”, y agregó: “Debemos promover actitudes responsables de los individuos con respecto a la toma de decisiones informadas sobre los recursos financieros”.

Pocas herramientas para el manejo de las finanzas

Según una encuesta de medición de capacidades financieras, realizada por el Banco de Desarrollo de América Latina, Argentina se encuentra por debajo del promedio internacional, lo que evidencia la falta de conocimiento financiero e implementación de políticas públicas que empoderen a las personas desde sus inicios en sociedad con capacidades esenciales para la toma de decisiones en su inserción social y económica.

Por otro lado, un informe de 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), muestra que 88 por ciento de los adolescentes de entre 13 y 17 años utilizan telefonía celular, la llave de acceso a los nuevos medios de banca digital y empresas de finanzas y tecnologías desde la cual manejan aplicaciones de crédito, ahorro o inversión.

En este sentido, Balbín consideró que “si no poseen los saberes necesarios para utilizarlas o entender la normativa que se debe cumplir para operar con ellas, puede recaer en un desenlace de alto riesgo, ya que pueden sobre endeudarse, estar expuestos a fraudes y a la vulnerabilidad de datos personales e identidades para operaciones financieras fraudulentas”.

“Resulta esencial mejorar la cultura financiera de la población”, subrayó y puso de relieve que los jóvenes “en su carácter de segmento de consumidores, toman constantemente decisiones de carácter financiero y económico”, por lo cual es necesario “prepararlos para el mundo que se les abre una vez finalizado el ciclo escolar a través de los dotarlos de los conocimientos económicos necesarios para desenvolverse en él”.

El legislador radical manifestó que la educación financiera tiene “el potencial de facilitar la transición hacia la vida adulta para lograr que el conocimiento de la educación financiera llegue a todos, sin discriminación alguna, incluyendo a los más vulnerables y promoviendo la igualdad de oportunidades”.

El proyecto recalca que, según especialistas, la formación financiera es más efectiva cuanto antes comience a impartirse y que la familiarización con los conceptos económicos básicos desde las edades más tempranas, puede ayudar en la edad adulta a administrar su patrimonio de la forma que mejor se ajuste a las propias necesidades.

“Este proyecto es una idea que hace más de un año venimos trabajando con sectores del partido especializados en el tema, con los consejeros escolares, la Juventud Radical y Franja Morada, con docentes, técnicos de universidades nacionales como la UNLP, y entre todos coincidimos en que la mejor manera de encarar el tema era plantear la modificación y actualización de la ley actual”, concluyó Balbín.