En detalle

Relata la historia de un viejo empresario que ha tenido mucho éxito y dinero, pero sospecha que no será lo suficientemente recordado, por lo que decide producir una película.
Dirección
Guión
Fotografía e iluminación
Actuación
Diseño de sonido
Lo mejor
Los matices y de sutilezas desde lo gestual y lo simbólico, más una impronta visual muy singular le dan un acabado perfecto a la película.
Para mejorar
Nada

Competencia Oficial es la última película dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn que ya se encuentra disponible para ver en la plataforma Star+. Relata la historia de un viejo empresario que ha tenido mucho éxito y dinero, pero sospecha que no será lo suficientemente recordado, por lo que decide producir una película contratando a la mejor directora y a los actores más galardonados para lograr su trascendencia.

La primera escena nos pone en contexto en un abrir y cerrar de ojos: en una lujosa oficina, el empresario (José Luis Gómez) camina impaciente, reflexionando sobre su propia vida, sus logros y por sobre todas las cosas: su finitud. Al mirar al horizonte a través de los ventanales gigantes y ostentosos que le dan aire a su despacho, parece dar con la respuesta a sus inquietudes. Sin establecer ningún tipo de contacto visual con su asistente, y dándole marcadas órdenes, se embarca en el proyecto que, según él, lo coronará otorgándole el beneficio de la trascendencia y la vida eterna en el inconsciente colectivo: producir la mejor película de todos los tiempos.

Con este gran comienzo para esta coproducción argentino-española podemos adivinar rápidamente alguna de las intenciones de los directores: exponer a través de los personajes, de manera para nada intrincada ni sutil, verdades que existen en el rubro cinematográfico y de las que parece necesario empezar a hablar. Es interesante esta apertura que deja más que clara la realidad en la que la mayoría de las veces, el arte queda en manos de personas que poco saben de él, o ni siquiera les interesa más allá de los fines monetarios o de la propia realización ególatra.

Para conseguir lo que busca, el hombre compra uno de los más aclamados best sellers, que le cuesta una fortuna, para basar en él el guión de la película que va a producir. Acto seguido, contrata a Lola (Penélope Cruz), una de las directoras más premiadas del país, con una visión fresca y arriesgada sobre la concepción de las películas. En el encuentro entre ellos dos, el empresario le deja en claro que ni siquiera se va a tomar la molestia de leer el libro sobre el que se va a tratar su película, y le encarga a la directora que le relate de qué va. Este punto es fundamental en la introducción de la película, ya que representa el momento en que el personaje de Lola se convierte en el narrador de la película y mantendrá este rol importantísimo hasta su fin.

Sabiendo que todas las decisiones creativas dependen de ella, la directora contrata a dos de los mejores actores del rubro para llevar a la pantalla este increíble drama de dos hermanos que incluye una línea criminal, un enfrentamiento familiar y una disputa de valores. Félix (Antonio Banderas), representa al estereotipo de actor masivo en auge dentro del star system hollywoodense, acostumbrado a hacer películas comerciales o “pochocleras”, que no tienen mayores pretensiones que entretener un rato al espectador. Sus casas, sus premios, su dinero, sus mujeres y sus hijos son imposibles de enumerar y el personaje lo deja en claro a cada momento. El hermano mayor, va a ser interpretado por Iván (Oscar Martínez), que parece representar todo lo contrario a Félix, es un maestro de teatro muy prestigioso que se esfuerza por mostrar que lleva una vida bohemia, basada en la sencillez y en la ética, valores que intenta trasladar a su profesión.

Los coloridos matices de estos dos personajes se llevan todos los aplausos de la película. A simple vista parecen ser dos personas diametralmente opuestas, y esa es la primera propuesta que se le ofrece al espectador: elegir un bando entre estos dos insoportables actores cuyas ideologías y acciones son tan opuestas que los llevan a la enemistad y al roce constante. Sus métodos, tan distintos, representan sin duda alguna dos grandes caras dentro de la industria del cine, que nos resulta muy fácil distinguir. A medida que se desarrolla la trama, comenzamos a darnos cuenta de las profundas similitudes entre Félix e Iván, que antes ignorábamos. Ambos se encuentran completamente atravesados por posturas impostadas, una suerte de careta o máscara protectora, un personaje en sí mismos. La película juega todo el tiempo con moverse en la difusa línea entre la ficción y la realidad, lo real y lo actuado, creando un clima de confusión y disrupción agobiante.

Los directores de reconocidas películas como El ciudadano Ilustre, Mi obra maestra y 4×4, entre otras, han logrado construir una sátira brillante con recursos atinados que no se agotan a lo largo de las casi dos horas que dura. Uno de los puntos quizás más destacables en el que se concluye al analizar esta película, es que no descansa en ser una denuncia, un retrato ofensivo y moralista que busca exponer las miserias que se viven puertas adentro en el mundo del cine. Competencia oficial se para firme en un terreno de sátira, es un retrato llevado al límite, que presenta coloridos personajes que son una mentira andante, pero por sobre todas las cosas: una mentira que ellos mismos se creen. La película pone un espejo en la pantalla para quien se encuentre reflejado. No busca desenmascarar a nadie, sino retratar los delirios y ornamentos, trabajando en profundidad el ego artístico, la búsqueda de trascendencia, la impiadosa necesidad del aplauso del otro, y su choque con el narcisismo individualista.

Las actuaciones que acompañan este guión son de un nivel altísimo que nos hace pensar que cada uno de esos personajes fueron escritos para los actores que los interpretaron. Hay una búsqueda y una construcción tan particular cargada de matices y de sutilezas desde lo gestual y lo simbólico que acompañadas de una impronta visual muy singular con decisiones milimétricamente planificadas y llevadas a la pantalla, le dan un acabado perfecto a la película.

Ficha técnica

Título original: Competencia oficial
Año: 2022
Duración: 114 minutos
Género: Drama, Comedia
Dirección: Gastón Duprat, Mariano Cohn
Reparto: Penélope Cruz, Antonio Banderas, Oscar Martínez, Irene Escolar
Dónde ver: Star+