La UIA pide “reglas de juego claras” para el sector

Fue tras la detención de empresarios, en el marco de la causa que investiga presunta corrupción en la obra pública durante el kirchnerismo.

Miguel Acevedo, presidente de la UIA.

“Bienvenido sea que tengamos reglas de juego claras y que los negocios no estén pautadas por lo que diga un gobernador o un ministro y que sea lo más transparente posible”, aseguró el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, tras la detención de empresarios en una causa que investiga presunta corrupción en la obra pública durante el kirchnerismo.

Planteó que la corrupción “no es una cuestión política o de empresarios: esto ha sido la sociedad”. “Hay un entramado y tampoco es de los últimos 10 años, esto ha venido desde hace mucho tiempo”, apuntó el dirigente fabril.

“La Argentina es un país presidencialista con instituciones débiles. Lo que tenemos que hacer de aquí en más es que las instituciones sean fuertes. Ojalá que esto sirva para hacer una discusión grande y profunda de lo que queremos hacer para adelante”, reflexionó, tras recordar que Argentina ha sido gobernada durante muchos años por “partidos hegemónicos” y eso “debilitó las instituciones”.

Detenciones

“Ahora hay empresarios bajo la lupa, pero esto ha sido generalizado. Bienvenido sea que la sociedad no permita más este tipo de cosas. Si esto pasa, vamos a tener un país pensando a largo plazo, que es lo que necesitamos. En estas cosas tan feas y pesadas, espero que aprendamos a salir de esto. No podemos tapar y salir como estamos. Hay que buscar cómo fortalecer las instituciones para no permitir este tipo de cosas”, explicó el titular de la UIA. “Bienvenido sea que tengamos reglas de juego claras y que los negocios no estén pautadas por lo que diga un gobernador o un ministro y que sea lo más transparente posible”, apuntó.

El ex CEO de la constructora española Isolux Corsan Juan Carlos de Goycoechea es uno de los detenidos y espera que el fiscal Carlos Stornelli y el juez federal Claudio Bonadio acepten su ofrecimiento de revelar detalles de la presunta trama de corrupción en torno a la obra pública durante el kirchnerismo para convertirse así en el segundo “arrepentido” de la causa y recuperar su libertad, tal como sucedió con el chofer Oscar Centeno.