El Senado rechazó la legalización del aborto

La iniciativa tuvo 38 votos en contra, 31 a favor, dos abstenciones y un ausente.

Tras más de 15 horas de debate, con 38 votos en contra, 31 a favor, dos abstenciones y un ausente, el Senado rechazó la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

La iniciativa no podrá ser tratada nuevamente en lo que queda del año y deberá retomarse durante en el próximo año parlamentario a partir de marzo del 2019.

La votación se estiró hasta después de las 2, mientras miles de personas, a favor y en contra de la legalización del aborto, esperaban el resultado en los alrededores del Congreso.

El debate

La sesión arrancó minutos después de las 10.30, una hora más tarde de lo previsto. El primer orador fue el senador de Cambiemos por Jujuy Mario Fiad, por su condición de presidente de la Comisión de Salud. “Reconocer el derecho a la vida como derecho fundamental es la base de nuestro ordenamiento jurídico y en los debates no quedaron dudas sobre el momento del origen de la vida: es el momento de la concepción”, manifestó para justificar su rechazo.

La exposición del salteño Rodolfo Urtubey fue una de la que más polémica generó hasta el momento por una frase referida a casos de violación contra mujeres.

“Hay algunos casos donde la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación, de una sujeción”, expresó.

Por su parte, el senador de Cambiemos por Buenos Aires Esteban Bullrich sostuvo que los senadores “no desconocen la realidad”. “Las mujeres creen que es algo que no pueden superar. Eso no es un fracaso de la mujer, es un fracaso de la sociedad. La maternidad no debería ser un problema. El aborto es un fracaso social. El proyecto legaliza el fracaso”, apuntó.

El senador entrerriano Pedro Guastavino aseveró que recibió presiones de la Iglesia y de los que se oponen a la iniciativa. “Me lo pasé atajando y esquivando crucifijos”, disparó.

La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la encargada de dar el discurso de cierre del bloque de Unidad Ciudadana y aseveró que su cambio de opinión en torno a la legalización se debe a “las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle”. “Verlas abordar la cuestión feminista, verlas criticar, pero también describir la realidad de una sociedad patriarcal nos debe colocar a todos en un lugar distinto”, indicó.

“El aborto sucede, estemos o no estemos de acuerdo, y debemos dar una respuesta como legisladores. Hoy no estamos dando ninguna respuesta, estamos bajando una cortina, rechazando. Tenemos que proponer una alternativa”, insistió.

Luego habló el lider de la bancada peronista, Miguel Ángel Pichetto, quien entonó un fuerte discurso a favor de la ley. “De ninguna manera esta norma es inconstitucional.Tengo respeto por muchos de los que han opinado, pero me parece que la verdad constitucional, los lineamientos del último fallo de la Corte, definen cuál es el bloque de ideas de la estructura constitucional de la Constitución de 1994″

El cierre del debate estuvo a cargo de Cambiemos. Los senadores Silvia Elías de Pérez, en contra, y Luis Naidenoff, a favor, se dividieron el tiempo. Primero fue el turno de la tucumana, quien arremetió desde un comienzo: “Soy de las que creen en el derecho a la vida, inalienable. ¿Por qué no legislar para la mujer y para el niño por nacer? ¿Por qué no legislar para que todos los argentinos tengan la vida protegida?”.

Y continuó: “Se confunde personalidad con capacidad. La personalidad no es incremental, o se es persona o no se es. La capacidad jurídica sí es incremental porque depende de una circunstancia. Sí se es persona, siempre. Por eso se merece protección siempre”.

Por su parte, Naidenoff expresó que “no hay nada más indigno que valorar lo clandestino, que mirar a los costados cuando alguien se interna y no hacemos absolutamente nada”. “Hay dos caminos de arranque: o miramos a los costados con excusas jurídicas, filosóficas, morales y éticas, para que nada cambie, o asumimos que estamos ante un grave problema de salud pública”, planteó.

“Es sólo cuestión de tiempo para que desde la política tengamos la valentía de entender que un Estado laico siempre es más potente que una visión individual”, analizó.