Multitudinaria misa del Papa en Abu Dabi

"No hay cristianos de primera clase y cristianos de segunda", sentenció en el marco de la primera gran misa católica celebrada en público en la Península Árabe.

El Papa Francisco encabezó una multitudinaria misa en la que aseguró que “no existen cristianos de primera y segunda clase” y agradeció a las autoridades de Emiratos Árabes su cálida acogida.

“Pido para ustedes la gracia de custodiar la paz, la unidad, de cuidarse los unos a los otros, con esa bella fraternidad para la cual no existen cristianos de primera y de segunda clase”, dijo Francisco en la homilía de la misa en la Ciudad Deportiva Zayed de Abu Dabi cierre de su visita de tres días a ese país.

En su última jornada el Papa participó del oficio con la comunidad católica local, constituida sobre todo por trabajadores inmigrantes de países asiáticos como India y Filipinas, según consignó ANSA. Se trató de la primera gran misa católica celebrada en público en la Península Árabe.

Al hablar de las Bienaventuranzas, el Papa dijo que “en ellas vemos una inversión del pensamiento común, según el cual los ricos, los poderosos, los que triunfan y son aclamados por la multitud son los bendecidos”. “Para Jesús, en cambio, los pobres son los bienaventurados, los suaves, los que siguen siendo justos incluso a costa de causar una mala impresión, los perseguidos”, apuntó.

En ese marco, señaló: “Vine también para decirles gracias por cómo viven el Evangelio que escuchamos. Son un coro que comprende una variedad de naciones, lenguas y ritos, una diversidad que el Espíritu Santo ama y quiere armonizar cada vez más, para hacer una sinfonía”.

Antes de comenzar la misa Francisco realizó un recorrido en el “Papamóvil” descubierto entre una multitud, que previamente habían agotado las 135.000 localidades disponibles en la Ciudad Deportiva Zayed, el estadio más grande de Emiratos Arabes Unidos, con 45.000 lugares dentro del recinto y el resto en las adyacencias. Junto con las tribunas repletas, había banderas de más de cien países ondeando junto con las blancas y amarillas del Papado, y se destacaron unos 4.000 invitados especiales musulmanes.

La minoría católica en Emiratos Arabes Unidos reúne a unos 900.000 fieles, el diez por ciento de la población, que con esta visita ve tomar impulso al mayor reconocimiento de su estatus y de la libertad religiosa ya vigente.

Al término de la liturgia, Francisco fue saludado por el vicario apostólico de Arabia Meridional, el obispo Paul Hinder. “Hace ochocientos años San Francisco de Asís se encontró con el sultán Malik Al Kamil en Egipto. Fue un encuentro caracterizado por el respeto recíproco. De manera análoga, Su Santidad vino a un país musulmán con la intención de hacer como San Francisco en 1219”, dijo Hinder.

El Papa y el gran imán de Al-Azhar, máxima autoridad teológica del Islam sunita, Ahmad Al-Tayyeb, firmaron ayer un documento sobre la “Hermandad humana”, una iniciativa sin precedentes que el gobierno de Emiratos Arabes Unidos buscó capitalizar políticamente, con la presencia de su primer ministro, el jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum. El funcionario, en el ingreso al Memorial de los Fundadores en Abu Dhabi, donde se formalizó la firma, llevó de la mano tanto al Papa como al gran imán, en un gesto de claro significado simbólico.