“Encontramos un sistema penitenciario abandonado”

Lo aseguró la gobernadora María Eugenia Vidal al inaugurar una unidad modelo en Campana, para delincuentes jóvenes que purguen penas menores a cinco años.

La gobernadora de la provincia de Bueno Aires, María Eugenia Vidal, remarcó la inversión de su gestión en el sistema penitenciario que estaba “abandonado”. Fue al inaugurar una unidad penitenciaria modelo en Campana, que recibirá a 600 jóvenes que cometieron delitos cuyas penas son menores a cinco años. El objetivo es lograr su reinserción.

En la Unidad Modelo habrá chicos de entre 18 y 21 años que tengan condenas menores a cinco años. Van a poder empezar o terminar sus estudios y aprender oficios para que puedan salir adelante con herramientas que les sirvan cuando recuperen libertad.

“El sistema carcelario de la Provincia es el más grande del país y también es uno de los más abandonados durante décadas”, manifestó la gobernadora, quien remarcó que “es la primera cárcel que se construye en 20 años”. Se trata de una “obra paralizada desde 2014”. “La terminamos y la convertimos en esta unidad modelo, porque es la primera vez en la Argentina y muchos países de América Latina que se genera una unidad para jóvenes con una condena de menos de cinco años de prisión”, planteó, dejando en claro que cometieron “delitos contra la propiedad, no son homicidas ni violadores, no han secuestrado, han cometido en muchos casos su primer delito y lo que suceda va a ser clave para el futuro”.

Insistió en que el “sistema penitenciario estaba abandonado” y las cárceles “no tenían cámaras ni centro de control, tampoco tenían candados”. “Se hablaba mucho de los Derechos Humanos pero los presos dormían en el piso y la comida y los medicamentos no llegaba”, disparó.

Señaló que los detenidos “no tenían nada que hacer durante día” y ahora “hay más de 1400 lugares nuevos (3000 plazas para fin de año)”. “Hoy la mayor parte de los presos estudia o trabaja”, apuntó Vidal. Su objetivo es “mostrar que la reinserción es posible”. “Lo que pasa adentro de las cárceles, aunque nadie quiera mirar, hace a la seguridad. Si el Estado no pudo llegar antes del primer delito, tiene que llegar para que no haya un segundo”, sentenció.