La versión “femenina” de los juguetes llega a valer un 100% más

La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires alertó sobre el impacto del “impuesto rosa” para el Día del Niño.

Se viene el Día del Niño y la cuestión de género vuelve a estar en el centro de la escena debido a que la versión femenina puede llegar a valer hasta un 100 por ciento más. El “impuesto rosa” se hace sentir en la previa a la celebración del 18 de agosto, advierte la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.

Para muestra basta un botón. Un burbujero con luz de Princesas de la marca Ditoys se puede conseguir por 736 pesos, pero el mismo producto de Cars vale 503. En este caso, la diferencia es del 25 por ciento, pero el promedio es del 30 y puede llegar al 100 por ciento del valor.

El defensor del Pueblo adjunto, Walter Martello, detalló que el relevamiento del organismo se realizó por dos vías: la diferencia de precio y los estereotipos de género.

Explicó que “todo lo que se ve en las vidrieras como producto rosa termina siendo más caro” y consideró “innecesaria” la separación entre “juguetes celestes para nenes y rosa para las nenas” en góndolas específicas. Cuestionó que a las niñas “se les asigne un rol específico relacionado con las tareas del hogar” mientras que los juguetes para varones “tienen que ver con el deporte”.

Esta separación incentiva “desigualdades y preconceptos sobre el rol a ocupar en la sociedad por parte de niños y niñas como futuros adultos”, analizó, al tiempo que consideró que “en el proceso de conformación de la personalidad no tiene que darse esta situación de género porque hoy por hoy esa frontera no existe”.

En diálogo con Info Región, Martello indicó que para revertir esta situación se debe iniciar una campaña de “concientización y persuasión” porque la “única manera de generar igualdad de género es poniendo los temas en la agenda”. “El rol del Estado en la generación de conciencia es muy importante”, advirtió.

Los valores corresponden a los últimos días de julio, informó la Defensoría del Pueblo de provincia de Buenos Aires
Una tendencia mundial

El impuesto rosa no se encuentra en las góndolas de juguetes solamente, tampoco es una cuestión inherente a nuestro país. Es una problemática que afecta a las mujeres de todo el mundo y contempla todos los productos: desde lapiceras hasta electrodomésticos.

La Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) advierte que el pink tax (impuesto rosa) se hizo visible en 2014, cuando el colectivo feminista francés Georgette Sand hizo un relevamiento de precios y lo denunció al Estado con una petición con más de 40 mil firmas denunciando la existencia de una política de precios sexista.

“Sabemos que el impuesto existe, pero es necesario difundirlo a gran escala para evitar que las mujeres sean engañadas por el marketing y para reclamar que esta diferencia de precios deje de existir. El trabajo es de todas”, advierten desde la FEIM.