Las protestas tomaron fuerza el viernes y pese al toque de queda y el estado de emergencia, declarado por el presidente Sebastián Piñera, la tensión sigue creciendo. Son 15 los muertos y desde el gobierno argentino piden “estar atentos” a lo que pueda pasar, al tiempo que alertan sobre un movimiento que busca “desestabilizar”.
“Hay un accionar coordinado de gente muy organizada, con métodos casi calcados que actúa para generar situaciones de extrema violencia y búsqueda de caos institucional que desestabilizan a los procesos políticos en nuestra región”, aseguró el canciller Jorge Faurié.
Y advirtió: “Debemos estar atentos”. “En la Argentina estamos viviendo una etapa de campaña electoral y el espíritu de las fuerzas políticas están concentradas en las elecciones del domingo”, completó.
Si bien admitió que los reclamos “tienen razonabilidad, como puede ser el precio del combustible o del transporte, o los reclamos de los estudiantes de Chile de hace tiempo por los créditos universitarios o el costo del acceso a la vivienda”, cuestionó el “afán destructivo con manifestaciones anárquicas”.
Vale aclarar que las declaraciones de Faurié son periodísticas y no hay comunicado oficial al respecto, como sí hubo con el caso de Bolivia y la demora en el recuento de votos, que deja a Evo Morales frente a una segunda vuelta con Carlos Mesa.
Más temprano, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se refirió a las protestas y represión en Chile, aludiendo a un “intento de destrucción de democracia” y consideró que “el Estado chileno tenía que salir a poner orden”.
