Luego de que la Justicia ordenara el desalojo de las tierras ocupadas en el barrio San Martín de Guernica, el Gobierno provincial comienza a articular con el Municipio y Nación para llevar a cabo “con normalidad y tranquilidad” la medida.
Fuentes consultadas por Info Región precisaron que la semana que viene se cumpliría con el desalojo, el cual en un principio estaba pautado para esta semana pero se vio demorado por la protesta policial que ocurrió en todo el territorio bonaerense y tardó varios días.
En este contexto, desde el Municipio de Presidente Perón aclararon que se lleva a cabo “un trabajo de contención con varias secretarías de la Municipalidad y el Gobierno provincial para que el desalojo se realice con absoluta normalidad y tranquilidad”.
Respecto al destino al cual serán llevados los desalojados, aclararon que la comuna “no cuenta actualmente con sitios para ubicarlos” y que “es algo que se trabajará con Provincia y Nación para priorizar las demandas de aquellos que tienen problemas habitacionales y son del distrito”. El Gobierno bonarense, en tanto, estaría realizando un censo entre los usurpadores con ese objetivo.
La Sala I de la Cámara de Apelación y Garantía en lo penal de La Plata ordenó el desalojo de la toma de tierras del barrio San Martín de Guernica, partido de Presidente Perón, que fue llevado a cabo por más de 300 personas.
“Se ordena el allanamiento para efectivizar el lanzamiento peticionado por el Ministerio Público Fiscal a los fines de hacer cesar los efectos del presunto delito que se estaría cometiendo”, indica la resolución. La decisión de la Sala ratificó el fallo del juez de Garantías de Cañuelas, Martín Rizzo.
La resolución establece además que “el desalojo colectivo deberá ejecutarse en fecha a determinar por el juez de Garantías, el cual deberá ser en horario diurno, desde que salga hasta que se ponga el sol no pudiendo instrumentarse en condiciones climáticas adversas”.
La toma de las tierras, unas 15 hectáreas ubicadas en el fondo del barrio San Martín, tuvo lugar a mediados de agosto cuando más de 300 personas se acercaron y ocuparon los terrenos, lo que también provocó incidentes con algunos propietarios de campos cercanos que se acercaron al lugar para tratar de desalojar a las familias que allí se instalaron.
