No hubo acuerdo en la reunión entre el Gobierno y representantes de las aerolíneas

El encuentro duró solo 10 minutos. Los funcionarios defendieron las restricciones que apuntan al "cuidado de la vida y la salud de los argentinos".

Autoridades del Ministerio de Transporte se reunieron este martes con representantes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), ante quienes expusieron que las medidas de restricción en los vuelos apuntan al “cuidado de la vida y la salud de los argentinos”.

“Explicamos que esto tiene que ver con el cuidado de la vida y la salud de los argentinos y argentinas, haciendo un análisis de la evaluación epidemiológica, que por supuesto deriva en la imposición de las medidas que sean necesarias para garantizarlas”, explicó a la prensa la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, al término de la reunión.

El encuentro, que se desarrolló de forma virtual, duró 10 minutos, y culminó sin que hubiera señales por parte del organismo de extenderla. Por parte del Ejecutivo participaron del encuentro Tamburelli y el secretario de Planificación, Gastón Jaques.

En tanto, en representación de IATA asistió a la reunión María José Taveira, representante regional de la entidad en Argentina, Paraguay y Uruguay; Alejandro Muñoz Torres, miembro de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe de la IATA; y Lars Pottgiesser, jefe de Desarrollo Comercial de IATA para la región de las Américas.

Tras la reunión, Tamburelli señaló: “Tuvimos la reunión con IATA recién. Por supuesto que IATA representa los intereses de las líneas aéreas. Ellos plantearon tratar de reducir las restricciones de los vuelos en la República Argentina”.

El titular de Transporte, Alexis Guerrera, había convocado a los representantes de IATA la semana pasada, pero sorpresivamente la organización se negó a concurrir y la reunión no se concretó.

Entre las restricciones vigentes hasta el viernes, cuando vence el DNU actual, el Gobierno estableció un cupo diario de entrada de 600 pasajeros -anteriormente era de 2000- en los vuelos para intentar retrasar el ingreso masivo al país de la variante Delta de coronavirus, mucho más contagiosa, en el marco de la segunda ola de la Covid-19.