Cuando la vacuna termina en fraude informático

Al mostrar la alegría por la vacunación muchos exhiben sus datos y abren la puerta al robo de identidad y el fraude informático.

Las fotos se repitan, con escasas modificaciones, en las redes sociales: gente feliz, aliviada, militante o, simplemente, que quiere compartir el momento exhibe en sus muros su propia foto sonriente tras haber puesto su brazo para ser inoculado contra el coronavirus.

Algunos vacunatorios, incluso, ofrecen un artesanal marco o un espacio acondicionado con un fondo de escenario para darle, si cabe, más de alfombra roja que de actividad sanitaria. Para complementar la escena, la exhibición del certificado que acredita el pinchazo que acerca, un poco más, al abrazo esperado y postergado hace más de 16 meses.

Esa foto, es la que, sin saberlo, abre las puertas al robo de identidad que facilitará el fraude. Es que junto con la sonrisa, en el retrato aparecen datos personales como el nombre completo y la fecha de nacimiento con los cuales cualquier persona con algo de paciencia y nada de honestidad pueda minar otros datos disponibles en la red.

Un buen ejemplo de cómo mostrar una vacunación

No sólo permite robar la identidad para intentar alguna maniobra informática fraudulenta, brinda suficciente información para que alguien hábil con las palabras intente ensayar algún ‘cuento del tío’ contra personas desprevenidas haciéndose pasar, por ejemplo, como personal de control sanitario que debe pactar una cita domiciliaria.

Si bien muchas personas y organizaciones públicas y privadas suben fotos para alentar a que quienes pueden ser remisos a participar de las campañas de inmunización, es importante que sepan que esa intención puede aumentar los riesgos de robo de identidad.

Consejos para cuidar los datos y la identidad

Esto no implica dejar de mostrar la alegría sino que se trata de hacerlo en forma segura. Pero, ¿cómo?

Se puede tomar una foto del momento de la vacunación. Sonreir y posar no debiera entorpecer el accionar del personal sanitario. Si no fuera posible, se puede, luego y con tranquilidad, tomar una foto del brazo parchado tras el pinchazo.

Otra opción es registrar el sitio de vacunación con una foto delante de él o exhibiendo el cartel que anuncia su existencia.

Sea como sea es importante ocultar la información personal. Lo mejor, mostrá sólo el encabezado o cubrí los datos con el dedo. Editar las imágenes con emojis o trazos deja mucho margen a la vulnerabilidad.

Otro buen ejemplo de cómo celebrar la vacunación

Finalmente, si ves en las redes de un municipio u organismo público que exhiben datos de un vecino, es importante avisar. Es parte del riesgo que se corre cuando desde el Estado se contratan recursos poco profesionales o se privilegian factores que poco tiene que ver como la idoneidad.