Sin aprobación: Argentinos con Sputnik no podrán ingresar a Europa y EEUU


La falta de aprobación de la vacuna Sputnik-V por parte de los organismos regulatorios europeos y estadounidenses vuelve a dejar a buena parte de la población argentina afuera de la posibilidad de visitar esos territorios, sobre todo luego de que el gobierno norteamericano anunciara que avanza hacia el cierre de sus fronteras para todo aquel que no haya sido vacunado completamente con los productos aprobados por sus autoridades sanitarias.

Más de 10 millones de argentinos fueron vacunados en los últimos meses con el preparado desarrollado por el Instituto Gamaleya de Moscú, que aún no ha recibido aprobación tampoco por parte de la Organización Mundial de la Salud.

Hasta el momento, la OMS aprobó siete vacunas, que son las que tienen más chances de crecer en el nivel de aceptación global: Pfizer, Moderna, Janssen, Sinovac, Sinopharm, AstraZeneca y su versión elaborada en India y bautizada Covishield.

En cambio, la FDA (Federal Drogues Administration, organismo regulador estadounidense) sólo admite en su territorio son los elaborados de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, que se producen en ese país. Con todo, el principal asesor sanitario del gobierno norteamericano, Anthony Fauci, sugirió que se permitirá el ingreso de turistas que hayan recibido AstraZeneca, una vacuna también muy popular en Argentina. Pero ni la Sinovac ni la Sputnik parecen estar siquiera en consideración.

Así las cosas, los argentinos que recibieron cualquiera de esas dos o incluso combinaciones de ellas, no podrán atravesar las fronteras de los principales países occidentales. Al menos no sin hacer cuarentena y estudios de PCR que los exhiban libres del virus.

Con esas certezas y el anuncio de la Casa Blanca sobre el cierre de fronteras a los no vacunados se produjo en el país una esperable suba en la venta de pasajes hacia el país del norte con la intención de acceder a las vacunas admitidas y suministradas allí antes del cierre del bloqueo, lo que provocó una fuerte suba de los precios de los aéreos.

La alternativa, entienden los especialistas, sería que el Gobierno habilitara la importación de vacunas estadounidenses al sector privado para que aquel que quiera y pueda pagar se aplique de manera particular alguno de esos productos, sin implicar un gasto para el Estado nacional y destrabando la circulación internacional de argentinos.