Murió Robin Wood, el creador de Nippur de Lagash

Admirado en todo el mundo, creó a Nippur de Lagash, Dago, Mark. Jackaroe, Mi novia y yo, Pepe Sánchez, y Gilgamesh. Dio vida a más de 95 personajes y 10.000 guiones.

A los 72 años el escritor y guionista paraguayo Robin Wood falleció en la noche del domingo, según confirmó su esposa,María Graciela Sténico-Wood, a través de su cuenta de Facebook.

“Acaba de fallecer mi esposo Robin Wood, víctima de una penosa enfermedad”, escribió las redes explotaron de dolor, nostalgia y admiración hacia uno de los más grandes creadores del género.

Muy identificado con la extinguida editorial Columba donde publicó en El Tony, D’Artagnan, Fantasía, Intervalo y Nippur Magnum, fue el creado de iconos del genero como Nippur de Lagash, Dago, Mark. Jackaroe, Mi novia y yo, Pepe Sánchez, Savarese y Gilgamesh.

Era tan prolífico que desde la editorial le pidieron que tome seudónimos para que su firma no monopolizara las páginas e índices. Así fue, también Mateo Fussari, Robert O’Neill, Noel Mc Leod, Roberto Monti, Carlos Ruiz, Rubén Amézaga y Cristina Rudlinger. ​De su pluma nacieron más de 95 personajes y 10.000 guiones.

Saltó a la fama en 1967 con Nippur de Lagash, el errante enemigo de los hititas y del tirano de Umma, Luggal Zaggizzi, déspota de Lagash cuya libertad ayuda a reconquistar para, finalmente, volver al camino. Précticamente no hubo personaje de la mitología, sumeria, caldea, griega o egipcia que no haya vivido aventuras junto al él.

Entre 1966 y 1997, trabajó con los mejores dibujantes de Argentina y recibió numerosas distinciones, como la de Mejor Guionista del Mundo, en la Bienal cordobasa de 1997, el Premio de Honor en el Festival de la Historieta del Mercosur, realizado en Asunción en 2000.

También logró el llamado el Oscar de la historieta: el premio Yellow Kid. Fue en1997 en Roma y otorgado por el XX Salone Internazionale de Cómics del Film de Animazione e del Ilustrazione.​

Una vida de historieta

Wood nació el 24 de enero de 1944 en Caazapá, una colonia agrícola a 205 kilómetros al sur de Asunción, a la que llegaron, exiliados desde Australia, sus abuelos que pertenecían a un grupo de socialistas fabianos, que tras una huelga de esquiladores, decidieron buscar un lugar donde vivir según sus ideas.

Fue así que se crió en una comuna de irlandeses y escoceses en la que su madre, pobre, no podía mantenerlo por lo cual su infancia transitó entre orfanatos, un padre al que no conoció, y una abuela que sólo hablaba inglés pero que lo entusiasmaba con los relatos de sus viajes por el mundo.

Así que el autodidacta lector dejó, corrido por la miseria, la tierra guaraní para emigrar junto a su madre a Buenos Aires donde sobrevivió en la pobreza. Intentó estudiar dibujo y se prefeccionó como guionista hasta que pudo entrar en la editorial Columba. ​​

Allí conoció al ilustrador Luis Olivera, con quien empiezan a trabajar sobre una pasión común: los sumerios. Fue el nacimiento de Nippur de Lagash y el inicio de tiempos mejores.

Cuando se hizo de un nombre comenzó a viajar por el mundo, enviando episodios y creando personajes desde los más extraños parajes. En algún momento se casó con Anne Mette, una danesa con quien tuvo cuatro hijos.

Luego, se casó con Graciela Stenico, paraguaya como él y administradora de los derechos de la obra de Wood. Juntos, con su hijo, decidieron radicarse en Encarnación. Atrás habían quedado los tiempos que que mantenía casas Asunción, Barcelona, Copenhague, Buenos Aires y la costa del sol española.