La casa de Barreda pasó a manos del Estado

Fue donde, 28 años atrás, el odntólogo asesino a su mujer, sus hijas y su suegra. "La memoria se debe trabajar para que estos hechos no se repitan", remarcó Estela Díaz.

La casa del emblemático cuádruple femicidio pasó a manos del Estado. La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, explicó que la toma de posesión de la casa en la que el ex odontólogo Ricardo Barreda asesinó a su suegra, esposa y dos hijas, “era un compromiso”, a 28 años del cuádruple femicidio, y confirmó que será entregada al municipio.

“El caso Barreda fue un hecho emblemático para la ciudad y el país entero y siempre se planteó que sea una casa que se recupere para los derechos de las mujeres. Desde que llegamos al Ministerio nos pusimos esto como objetivo”, dijo la funcionaria provincial en declaraciones a Radio Provincia.

En ese sentido, remarcó: “Los trámites en este caso son muy complejos, pero vamos a debatir para que se cumpla con el objetivo planteado. Le entregaremos la casa al municipio”. “Hoy estamos tomando posesión de la casa para luego cumplir los procesos y entregar a la Municipalidad de La Plata tal como establece la ley”, añadió la ministra.

En ese sentido, Díaz comentó que “hay preocupación para que efectivamente se cumpla con el objetivo planteado”, por lo que aclaró que “lo primero será la entrega y a partir de ahí que interceda la gente que estudia el tema de los Sitios (y Espacios de Memoria)”.

La funcionaria reflexionó que “hay que trabajar con aquellos que estudian el cómo se reconstruye memoria”. “La memoria se debe trabajar para que estos hechos no se repitan, lo aprendimos con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en hechos como el Holocausto. Cuando la memoria tiene una función de construir un recorrido y que nunca más ocurran, y ahí hay una tarea que hay que hacer y poner decisión política y recursos para que se cumpla el objetivo político de la prevención y erradicación de la violencia”, aseveró.

Por último, Díaz refirió que “hubo resoluciones que se deberían haber tomando mucho tiempo antes” porque la casa está destruida, los vecinos se quejan mucho, y contó que “ahora la inversión para recuperarla será inmensa”.

El odontólogo fue condenado a prisión perpetua en 1995 por haber matado a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), en noviembre de 1992. En un primer momento, el femicida negó la acusación del cuádruple crimen e intentó hacer pasar el hecho como un robo a su casa, pero finalmente confesó. Según sostuvo, fueron como consecuencia de maltratos y humillaciones que recibía por ellas.