Cuatro años y medio de prisión por el salvaje ataque a un playero

Un joven de 19 años fue condenado por lesiones gravísimas en perjuicio de Arturo López.

Cuatro años y medio de prisión por el salvaje ataque a un playero

La Justicia de Menores porteña impuso hoy una pena de cuatro años y medio de prisión efectiva para el joven de 19 años que en 2021 derribó de un golpe de puño al playero de un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat, a quien le produjo lesiones irreversibles, informó el fiscal de la causa, Mauro Tereszko.

La pena fue impuesta tras un juicio de cesura por el juez Penal y Penal Juvenil 11 porteño, Alejandro Villanueva, quien dispuso que el joven -que al momento del hecho tenía 17 años- cumpla cuatro años y medio de encierro efectivo por las “lesiones gravísimas” ocasionadas el playero Arturo López (67), lo cual recién deberá hacer una vez que la condena quede firme, según explicó el fiscal.

El 18 de noviembre del año pasado, el Juzgado Penal y Penal Juvenil 11, a cargo del juez Alejandro Villanueva, halló al joven atacante, de ahora 19 años, culpable del delito de “lesiones gravísimas”, que prevé una pena máxima de 10 años de prisión.

El episodio ocurrió el viernes 19 de noviembre del 2021, cerca de las 17, en el garaje de la calle Moreno al 800, cuando López fue increpado por un adolescente que, según testigos, le reclamaba por un rayón que tenía su vehículo.

En las imágenes de la cámara de seguridad que entonces se difundieron se observa cómo el agresor, acompañado por otros dos jóvenes y su madre, golpea de forma sorpresiva a López en el lado izquierdo de la cara, por lo que el hombre cae e impacta fuertemente contra el suelo, tras lo cual queda inconsciente en el lugar.

Tras el ataque, el joven estuvo casi cinco meses prófugo hasta que se presentó ante la Justicia el 29 de abril a las 0.15 de manera espontánea en la División Enlace Institutos Alojamiento de Menores, situada en la calle Perón 2048, en el barrio porteño de Balvanera.

Los voceros dijeron que el adolescente estuvo escondido en una comunidad gitana de la localidad bonaerense de General Rodríguez, contradiciendo las versiones de su padre, quien había dicho a Télam que se hallaba oculto en Uruguay.