Pusieron a la venta el castillo de Felicitas Guerrero

Poco menos de 4 millones de dólares es lo que sale la propiedad de Domselaar que cuenta la trágica historia de la joven.

El castillo de Felicitas Guerrero en Domselaar, partido de San Vicente, se encuentra a la venta. La propiedad cuenta con 24 habitaciones y un jardín de 17 hectáreas, pero tiene mucha historia. Piden 3.700.000 de dólares.

“Nuestro Castillo Guerrero Domselaar es un lugar lleno de historia y tragedia que se caracteriza por su imponente estilo francés: techos a la mansarda, columnas, un sótano en altura, buhardilla en el techo y 24 habitaciones de amplio tamaño, en su mayoría conservadas gracias a la permanente refacción”, describe la página del castillo, donde se realizan visitas guiadas para conocer la historia de Felicitas Guerrero, asesinada a sus 25 años.

“En el interior de esta casa se conservan reliquias de la época como el batón chino auténtico con más de 150 años que le regaló Martín de Álzaga (su esposo) a Felicitas, una mujer de alta sociedad, quien fuere la dueña de una de las fortunas más grandes del país en su época, quedando viuda a corta edad, o el revolver lefuser de la policía montada de 1856 con el que Ocampo, el despechado enamorado de Felicitas, la mató contando ella con solo 25 años”, apunta el texto.

En el lugar también se destacan los pisos ingleses en perfecto estado, una escalera aérea, la biblioteca, un gran mueble de 1700, un sillón del 1800 del antiguo teatro Colón, ollas de cobre con más de 140 años, grabados de Giovanni Piranesi, sillas inglesas del siglo XVIII y un comedor con la mesa servida con un juego de losa inglesa que usaban los Guerrero, todo manteniendo la elegancia y el lujo de aquella época. En su jardín alberga cedros del Líbano con 200 años de longevidad, sofora péndula, liquidambar, alcanfores entre otros.

Felicitas era conocida por su belleza y su gran fortuna. A los 18, sus padres habían acordado su casamiento con Martín de Álzaga, dueño de una inmensa fortuna. Tuvieron dos hijos: Martín y Félix, el primero falleció a poco de naces y el segundo murió a sus 6 años por la fiebre amarilla. Un año más tarde, en 1870, murió su marido y ella perdió un embarazo.

Felicitas quedó viuda y con una herencia millonaria. Mantuvo una relación con Enrique Ocampo, pero se enamoró de otro joven. El 29 de enero de 1872, Ocampo se presentó en la casa de Guerrero de Álzaga con la excusa de conversar y devolverle algunas pertenencias y le disparó. Familiares de la joven no dudaron y le dispararon. Ella agonizó algunas horas y falleció el 30 de enero de 1872.