Ante el silencio oficial, desde Cambiemos aclaran que lo de Bolivia es un golpe de Estado

Mientras desde Cancillería evitan utilizar el término “golpe”, legisladores de Cambiemos aclaran que de eso se trata.

Mientras el presidente Mauricio Macri se llama al silencio y desde Cancillería consideran que en Bolivia ocurre un episodio de “inestabilidad política”, legisladores de Cambiemos reclaman llamar las cosas por su nombre y plantean que lo que sucede en ese país es un golpe de Estado.

Daniel Lipovetzky advirtió: “Si mueve la cola y ladra es un perro! Si las Fuerzas Armadas “recomiendan” (léase obligan, exigen) la renuncia de un presidente elegido democráticamente esto es un Golpe d Estado. Es necesario q se aplique la Carta Democrática Interamericana d OEA y q dicho  organismo intervenga ya”.

Por su parte, Mario Negri planteó: “Repudio toda intromisión militar en la vida política de Bolivia, ya que esto es sólo compatible con golpes de Estado.  La crisis actual se resuelve con el regreso a la institucionalidad, convocando a elecciones limpias y transparentes, tal cual lo ha señalado la OEA”.

El presidente electo Alberto Fernández se expresó con cierta “tranquilidad” por las declaraciones. “Me tranquiliza ver que en el oficialismo hay gente con la dignidad democrática de la que otros carecen”, señaló.

Cancillería se refirió al conflicto en Bolivia pero evitó utilizar “golpe de Estado” y optó por hablar de “inestabilidad política”. “Ante la inestabilidad política vivida por Bolivia tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, el Gobierno argentino toma nota del informe preliminar de la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuya auditoría confirma las denuncias de irregularidades del proceso de escrutinio y recomienda la realización de nuevas elecciones”, señala el comunicado difundido ayer.

“El Gobierno argentino entiende ineludible la decisión del Gobierno boliviano de convocar nuevas elecciones y, para ello, renovar con transparencia la integración del Tribunal Electoral”, precisa el texto, y continúa: “Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos solicitaron desde un principio que se investigaran las anomalías denunciadas el mismo 20 de octubre, día en que tuvieron lugar las elecciones, y apoyó la auditoría de la OEA cuyo informe preliminar se conoció hoy”.