El Gobierno lanzó este lunes el Plan Nacional de Lectura, que contempla la lectura de 180 textos en 180 días de clases. El objetivo es fomentar la lectura, que el libro pueda ser accesible, apropiado, por niños, niñas y adolescentes.
En el Museo del Bicentenario, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Educación, Nicolás Trotta, anunciaron el lanzamiento del Plan Nacional de Lectura y se puso en marcha un consejo asesor para seleccionar 180 cuentos, uno por cada día de clases.
El Plan busca mejorar la comprensión lectora de niños y adolescentes y, al mismo tiempo, reactivar la golpeada industria editorial argentina. Desde el sector, de hecho, remarcaron que en 2014 la industria producía 129 millones de libros mientras que durante el macrismo ese número bajó a 40 millones.
“Este programa es democrático, universal, inclusivo y también multiplataforma”, planteó el ministro, al tiempo que remarcó que se busca “permitir que haya un acceso abierto a gran parte de la obra literaria histórica de la Argentina”. “Una comisión con representatividad plural definirá la elección de títulos que representen la tradición argentina y latinoamericana y de otras regiones”, completó.
Más temprano, el jefe de Estado expresó: “Empiezo por confesarme analógico; celebro pasar las hojas, subrayarlas, marcarlas; amo que un libro de papel me atrape y lo pueda disfrutar como lo disfrutamos muchos de nosotros en tiempos en donde se leen y se tienen los apuntes en pantalla”. Admitió que es “inevitable” el avance y planteó que “ya el papel parece obsoleto y la pantalla parece ser la regla”. “Lo importante es disfrutar la lectura y a mí me atrapa mucho”, destacó.
