¿Qué habría sido de esta patria sin las madres y las abuelas?


Qué habría sido sin esas mujeres que jueves tras jueves, giraron en la plaza.

Caminaron entre la indiferencia, entre la soberbia, entre el horror, de una sociedad que se hundía en la ignominia.

Esa marcha incesante, que rugía con el ensordecedor silencio de la dignidad, no solo clamaba por sus hijos desaparecidos. No. A cada paso salvaba la patria, abría una hendija por donde se podía escapar del infierno, hacia un futuro posible, donde un nuevo pacto fundara una sociedad en la que los derechos humanos fueran mas importantes que la muerte y la venganza.

Sin las madres y las abuelas, nunca podríamos haber salido del averno.

Ellas nos mostraron el camino, y el camino es una lucha que no cesa, los chacales no dejan de asechar, quizás ya no se muestran con charreteras, tal vez usen ahora elegantes trajes, pero como entonces transpiran muerte…

¡¡¡¡Madres, Abuelas eternamente Gracias!!!!