“La familia de Lucas no quiere venganza, quiere justicia”

Lo aseguró Gregorio Dalbón, abogado de la familia. Dos de los policías admitieron que dispararon.

Lucas González tenía 17 años y asesinado el pasado miércoles por efectivos de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas. “La familia no quiere venganza, quiere justicia”, aseguró Gregorio Dalbón, abogado que representa a los padres de la víctima.

“Tenemos todas las cámaras de seguridad y en las mismas se ve todo, esta la modulación, no había ningún enfrentamiento, la voz del policía era de alguien que había disparado”, aseguró el letrado en declaraciones a Radio 10. “Los policías saben lo que hicieron, saben que los descubrimos, como querellante mandamos un escrito diciendo que no nos oponíamos a que los pongan en una cárcel donde los protejan”, apuntó.

En ese marco, consideró que todos los jóvenes pudieron terminar muertos. “Uno de los chicos pudo salir del auto y creo que ese los salvo a todos, porque si no los policías los hubieran matado a todos para no dejar evidencia”, consideró.

“La familia de Lucas quiere un juicio justo, algo que no obtuvo su hijo, no quieren venganza, quieren justicia”, aseguró Dalbón, quien ayer participó de la marcha para pedir justicia por Lucas.

Ayer, los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim escucharon las declaraciones de los tres adolescentes que estuvieron con Lucas al momento del crimen. Fuentes con acceso a la causa dijeron que los chicos “contradijeron absolutamente las versiones de los policías”. Los tres negaron que el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas hayan bajado del auto con chalecos policiales, se identificaran como policías e hicieran sonar las sirenas del auto de la Brigada de la Comuna 4, como aseguraron los imputados.

Dos de los efectivos de la Policía de la Ciudad detenidos admitieron ayer ante la Justicia haber disparado sus armas contra el auto en el iban Lucas y sus amigos, durante las declaraciones indagatorias en las que se quebraron y lloraron en varias oportunidades. Los acusados dijeron haberse bajado del auto Nissan Tiida de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 al grito de “policía” y con los chalecos identificatorios puestos, y que también hicieron sonar la sirena, aunque no encendieron las luces azules del llamado “chichón” que se poner sobre el techo del rodado porque no funcionaban, lo que fue negado por las víctimas.