Desde este mediodía se lleva adelante la Fiesta de los 23 Veranos en homenaje a la cantidad de vacaciones estivales que el artista plástico Raúl Soldi regaló a los vecinos de Glew, en el partido de Almirante Brown, para dejar como testimonio los bellísimos frescos de la parroquia Santa Ana.
De este modo, y en recuerdo a un nuevo aniversario del nacimiento del pintor, el Municipio de Almirante Brown llevará adelante hasta las 23 en la Fundación Soldi, en Gorriti y Obligado de Glew una jornada con grupos musicales, artistas y feria de artesanías, entre otras propuestas.
El cierre musical estará a cargo de Lucho al Attaque, la banda de Luciano Scaglione, de Attaque 77 y está previsto para las 20.30 que se presentará luego de las actuaciones de La Vieja Roll, que subirá al escenario a las 19 y Submarino Pirata, que lo hará a las 19.30.
Raúl Soldi cuenta sus 23 veranos en Glew
“Pasé en Glew una temporada de invierno, mientras pintaba paisajes en los alrededores del pueblo, me llamó la atención esa modesta capillita. Fue ver sus paredes blancas y decirme, caramba! Que lindo seria llenarlas de color. Por la tarde la visitaban mujeres del pueblo para rezar. Recuerdo que dejaban sus bolsas de mercado en la puerta y después seguían camino”, señalaba Soldi sobre la historia de los frescos en la parroquia Santa Ana.
“Quería relatar la vida de Santa Ana y pensé… ¿si el milagro se produjera aquí mismo en Glew? Por eso el nacimiento de la virgen tiene lugar en el patio de la misma iglesia y en lo alto del mural está la casa de los Calvo que fueron casi los fundadores del pueblo. Hojas de plátano, gallinas, molinos, flores de cardo, piedras del inca, rodocrositas, un ángel negro, mis hijos Diego y Daniel, el padre Kardec, la amiga de mi mujer que me llevó allí por primera vez forman parte de la historia de Santa Ana”. La gente se asombró al ver gallinas pintadas en el interior de su santuario.
“El párroco Jerónimo Kardec, un joven franciscano checoslovaco, fue el albañil de la obra; porque las pinturas están realmente confeccionadas al fresco. Esto significa picar la pared, revocarla y pintar con el revoque húmedo. Lo que no permite retoques, por eso hay que estar dispuesto a pintar de nuevo si algo falla”, relataba el artista plástico.
“Recuerdo que mis hijos de 6 y 7 años me ayudaban lavando los pinceles. He querido dejar, a mi manera, un documento unido al poema bíblico. Vendrá el asfalto a arrasar con huertos, molinos y carruajes; pero supongo que todas estas vidas y estos objetos quedaran documentados en los muros de la capilla”, subrayaba Soldi.