A quién le sirve desdoblar las elecciones bonaerenses

Los argumentos del massismo para convencer a Vidal de que los intendentes se elijan por separado.

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Las certezas, en esta Argentina compleja e inestable, no abundan. En especial si lo que se pretende es anticipar el escenario político que se montará en el país y la provincia de Buenos Aires para las elecciones de 2019. Por eso, el puñado de datos que parecen ciertos en medio de tanta escasez tienen un valor superlativo.

En el peronismo, en los últimos días, se expandió la certeza de que Cristina Fernández de Kirchner será candidata a presidenta. Y ese dato comenzó a reacomodar el tablero. Las encuestas que la muestran en alza y la instrucción impartida para armar Unidad Ciudadana en todo el país abonan esa presunción entre seguidores y adversarios, e impactan de lleno en la estrategia electoral del peronismo bonaerense.

Miguel Angel Pichetto y Juan Manuel Urtubey son dos de los que están convencidos de que la expresidenta expresará a un sector del electorado con su propia herramienta electoral, distinta a la del resto del peronismo. Justamente son ellos los que, además, creen que no hay chances de gestar la unidad con el kirchnerismo y que el Partido Justicialista debería participar de un frente electoral con otras fuerzas políticas -presumiblemente el Frente Renovador, de Sergio Massa-, apalancado en los gobernadores peronistas y en un sector del sindicalismo.

Sin embargo, más allá de los esfuerzos que realizan desde ese espacio, ese proyecto no despierta entusiasmo en la provincia de Buenos Aires, donde los intendentes, especialmente en el conurbano, parecen rendirse ante la evidencia de los números. Encuestas que circulan por los despachos de municipios de la Tercera Sección Electoral muestran a una Cristina que duplica en votos a Mauricio Macri y la ubican muy por encima de Sergio Massa, el mejor posicionado del no kirchnerismo hasta el momento.

“Con esos datos ningún intendente va a jugar en otro lado”, afirman con resignación desde afuera de Unidad Ciudadana, más comprensivos que enojados con los jefes comunales. En privado, muchos suelen expresar sus diferencias con Cristina, pero entienden que sus posibilidades de continuidad al frente de los municipios que gobiernan están atadas a la suerte de la exmandataria.

Primero los intendentes

Esa supuesta ausencia de compromiso K en los jefes comunales es precisamente la que entusiasmó al massismo para impulsar la sanción de una ley que desdoble las elecciones bonaerenses, de modo que el intendente se vote antes que el presidente y el gobernador, así los municipios no estarían obligados a optar en la interna entre el kirchnerismo y el Peronismo federal.

¿Pero cuál sería el negocio para Cambiemos, que tiene mayoría en el Senado bonaerense, para que acepte semejante reorganización del calendario electoral? La respuesta del massismo, condicionada por el deseo, es que el desdoblamiento le serviría al oficialismo para debilitar fundamentalmente al candidato a gobernador kirchnerista, que es el que tendría más chances de desplazar a María Eugenia Vidal.

Es decir, si nada cambia, los intendentes tendrían que jugar a fondo con Cristina y su candidato a gobernador para retener sus municipios y evitar que se divida el voto peronista y se filtren por el medio terceros en discordia, como podrían ser los propios candidatos de Cambiemos y le arrebaten los municipios.

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¿A favor de Vidal?

Si las elecciones se desdoblan, afirman, el peronismo podría participar unido en las municipales, retendría las intendencias que maneja, y luego, en las elecciones para gobernador y presidente los intendentes podrían jugar libremente con cualquier candidato sin poner en riesgo su capital. Eso, especulan, debilitaría al candidato kirchnerista y mejoraría las chances de Vidal -o de quien se postule en su lugar-, porque la gobernación se gana por mayoría simple, sin ballotage. “Por eso lo van a apoyar”, se ilusionan.

Oficialmente desde la Provincia afirman que gobiernan 64 municipios y que en 2017 ganaron en 110 de los 135, siempre sostenidos por Vidal, por lo tanto no hay razón para cambiar la ley y permitir el desdoblamiento. Lo que no responden aún es cuánto importaría proteger esas intendencias si lo que está en juego es la posibilidad de retener la gobernación para Cambiemos.