Cacerolazo, malestar y cruce político

"Cacerolazo contra la impunidad", fue el lema de la protesta que se escuchó en distintos puntos del país contra la liberación de presos.

“No les vamos a entregar el país ni nuestra libertad a los criminales del gobierno”, asegura un vecino de Wilde, acompañando el texto con un video en el que se puede escuchar el ruido del “cacerolazo contra la impunidad”. Es a partir del aval a los hábeas corpus presentado por personas privadas de su libertad para ser beneficiadas con la prisión domiciliaria ante el avance del coronavirus (Covid-19).

Defensores de los 19 departamentos judiciales de la provincia de Buenos Aires solicitaron la prisión domiciliaria para miles de detenidos por la comisión de delitos leves y que se encuentren en situación de riesgo por edad o por patologías preexistentes, y mujeres embarazadas o madres con hijos menores alojados en las Unidades Penitenciarias.  Lo mismo sucedió en el ámbito federal.

Frente a la polémica, dirigentes de la oposición apuntaron contra el gobierno, tanto nacional como provincial. El presidente Alberto Fernández, de hecho, salió a aclarar que se trataba de una “campaña mediática malintencionada”, mientras que el gobernador Axel Kicillof pidió “responsabilidad” para no infundir miedo en la sociedad.

“Es conocida mi oposición a ejercer la facultad del indulto. Digo esto en momentos en que una campaña mediática se desata acusando al Gobierno que presido de querer favorecer la libertad de quienes han sido condenados”, señaló el jefe de Estado.

“El riesgo de contagio se potencia en los lugares de mucha concentración humana por lo que las cárceles se convierten en un ámbito propicio para la expansión de la enfermedad”, explica, pero aclara que “son los jueces naturales quienes, de considerarlo necesario, disponen libertades”.

“Formulo estas aclaraciones tan solo ante la malintencionada campaña que se ha desatado en redes y medios de comunicación induciendo a hacer creer a la ciudadanía que el Gobierno prepara una salida masiva de gente detenida en virtud de procesos penales. Lamento la conducta de quienes en circunstancias tan cruciales como los que vivimos, muestran su poco apreciable condición humana intranquilizando a la sociedad en momentos en que precisamente más necesita ser contenida”, agrega.

Kicillof, en tanto, señala que es “absolutamente falso que exista un plan del Gobierno de la provincia de Buenos Aires para liberar masivamente presos. Pero además, es totalmente inverosímil porque pura y simplemente el Poder Ejecutivo no encarcela, ni libera ni decide libertades condicionales”.

“El Poder Judicial tiene esas atribuciones y respeto plenamente la división de poderes. Desde que asumí no nombré jueces, ni promoví cambios en la Suprema Corte, ni nombré al Procurador. Tanto él como los defensores oficiales y los fiscales continúan desde la gestión anterior. Les pido la máxima responsabilidad con este tema tan delicado. No agreguemos más temores a la población. Al igual que el Gobierno Nacional, nuestro único plan es seguir trabajando para cuidar la salud y la vida de todos y todas”, expresó.

El jueves por la noche, los sonidos comenzaron a escucharse desde balcones y ventanas. El ruido de elementos de cocina golpeando contra cacerolas se tornó ensordecedor. En barrios porteños y de la Región se escuchó el malestar por la liberación de presos. “No les vamos a entregar el país ni nuestra libertad a los criminales del gobierno”, señaló el vecino que subió el video en redes.

El diputado radical Mario Negri le respondió a Fernández y Kicillof. “En lugar de enojarse con la oposición, los medios y hasta la gente, el Gobierno debería aceptar sus errores, varios de ellos forzados. Antes de culpar a otros, el Gobierno debe resolver sus pujas internas sobre temas tan sensibles como la seguridad y la justicia”. “Muchos argentinos hicieron conocer su parecer, sería saludable que el Gobierno y la Justicia escuchen”, señaló en Twitter.

El artista Juan Acosta, acérrimo opositor, expresó: “Este pueblo no quiere ladrones en la calle, ya los hay en el gobierno”. “Nos criticaban por decir que había un plan para liberar presos, que el garantismo no existía. Con la misma cara de piedra van a mirar a los familiares de las víctimas cuando les expliquen por qué dejaron libre a los violadores”, retrucó la ex ministra de Seguridad durante el macrismo y hoy titular del PRO, Patricia Bullrich.