Murió Leopoldo Luque, campeón del ´78


Leopolo Jaciento Luque, el gran delantero campeón del mundo con la selección nacional de fútbol de 1978, falleció este lunes a sus 71 años. Estaba internado en la Clínica Cuyo de la ciudad de Mendoza desde hace casi un mes en terapia intensiva con Covid-19, pero su cuerpo no resistió más.

Fue uno de los más recordados centrodelanteros del fútbol argentino, se destacó en River, pero alcanzó la gloria en 1978 con los cuatro goles que realizó vistiendo la celesta y blanca.

Nació en la ciudad de Santa Fe el 3 de mayo de 1949 y vivió junto a su padre, de profesión zapatero, su madre ama de casa y a sus cuatro hermanos (un varón y tres mujeres) en el barrio Guadalupe Oeste.

El día de 1978 que se convirtió campeón del mundo con Argentina, sufrió una de las perdidas más grandes: su hermano menor, el día que iba a verlo jugar, falleció víctima de un grave accidente de tránsito.

Un inicio desde abajo, en el interior

Se inició en las divisiones inferiores de Unión de Santa Fe, pero por las pocas posibilidades de jugar, fue prestado a Sportivo Guadalupe de la Liga Santafesina.​ De regreso en Unión no fue tenido en cuenta y, para que no quede libre, el club decidió cederlo primero a Gimnasia y Esgrima de Jujuy y luego a Central Norte de Salta, lugar donde habría realizado el servicio militar.

En 1972 se incorpora a Rosario Central y con 23 años debutó en la Primera División el 26 de noviembre por la fecha 9 del Torneo Nacional enfrentando a Lanús como visitante (1-1). En la fecha 12 ante Gimnasia y Esgrima La Plata.

En total fueron 4 los partidos jugados por Luque en el Canalla, marcando 3 goles.​ En 1973 Unión de Santa Fe, el mismo club que dos años antes lo había dejado libre, decide recomprarlo para disputar el torneo de la Primera B.

Ya en 1974 logró el ascenso a Primera División, siendo además el capitán del equipo. En el partido desempate ante Estudiantes de Caseros jugado en Campana actuó como puntero derecho y dio el pase decisivo para que Hilario Bravi marcara el gol de la victoria.

En el Torneo Metropolitano de 1975 tuvo una destacada campaña con Unión alcanzando el cuarto lugar, bajo la dirección técnica de Juan Carlos Lorenzo. Luego pasó a River Plate, en donde permanecería desde 1975 a 1980. Su debut resultó todo un éxito, el 21 de septiembre de 1975 nada menos que en el clásico frente a Boca Juniors en La Bombonera, hizo el gol del triunfo 2-1. En el club Millonario convirtió 75 goles en 176 encuentros, consiguiendo en las cinco temporadas el Torneo Nacional de 1975 y 1979, y el Metropolitano de 1977, 1979 y 1980.

Su paso por la Selección Nacional

Con el seleccionado jugó 45 partidos, convirtiendo 22 goles. Además, una gran cantidad de encuentros frente a combinados y clubes. En 1975 quedó como uno de los máximos goleadores de la Copa América al señalar cuatro unidades, junto al colombiano José Ernesto Díaz.

Fue uno de los símbolos de la selección dirigida por César Luis Menotti a finales de la década de 1970, consiguiendo la Copa Mundial de Fútbol de 1978. Fue el centrodelantero titular en el conjunto campeón mundial de 1978. Marcó cuatro goles para el equipo albiceleste en Argentina ’78 para ser el segundo goleador de esa formación detrás de Mario Kempes, que fue Bota de Oro del certamen.

Con sus cuatro anotaciones terminó cuarto en la tabla general de goleadores detrás de Kempes (6), del peruano Teófilo Cubillas (5) y del neerlandés Rob Rensenbrink (5), y junto al austriaco Hans Krankl.

Le anotó a Hungría en el debut de Argentina, cuando la Albiceleste iba abajo en el marcador. Cabe destacar que el martes 6 de junio durante el partido con Francia (2-1), después de anotar un gol espectacular que le daría el pase a Argentina a la siguiente ronda, el defensa Christian López provocó que trastabillara y al caer se produjo una grave lesión que derivó en la luxación de su codo derecho.

Como Argentina había realizado los dos cambios, el equipo continuó con diez hombres, aunque Leopoldo Luque regresó al campo de juego, actuando en los dos últimos minutos con el brazo sujetado por un vendaje. En la mañana de ese mismo día su hermano Oscar Fernando Luque, apodado “Cacho” de 24 años, que deseaba visitarlo en Buenos Aires, perdió la vida en un accidente mientras viajaba por la Ruta Panamericana en un camión junto a su amigo Leopoldo “Pollo” Cáceres, que conducía el vehículo.

Debido a la tragedia, el delantero salió de la concentración de Argentina para acudir al velatorio, y como consecuencia de estos graves sucesos no estuvo ante Italia y Polonia. Su regreso con el seleccionado se produjo ante Brasil, donde los rivales continuaron golpeándolo, como en el caso de Oscar, que le dejó un ojo negro.

La violencia sobre el artillero fue característico en todo el Mundial, incluida la Final contra Holanda, que este equipo transformó en una carnicería. Leopoldo Luque, al igual que varios jugadores Albicelestes, terminó con su camiseta llena de sangre, después de recibir un golpe en la nariz por parte de uno de los mellizos Van de Kerkhof. Previamente, en el decisivo encuentro ante Perú, que ya estaba eliminado del torneo, convirtió dos goles más. El cuarto, que significó el pase a la Final, y el sexto, para cerrar la cuenta.