Argentina, el peor lugar para vivir durante la pandemia

Al igual que en mayo, la agencia internacional Bloomberg consideró que Argentina es el país del mundo que peor gestiona la pandemia.

Tras la degradación por parte de la calificadora MSCI que rebajó la categoría de Argentina de país “emergente” a la anómica “standalone”, un ranking de la agencia internacional Bloomberg la califica como el peor pais para pasar la pandemia del COVID-19. Este ranking de resiliencia considera a 53 nacionas y 53 es, precisamente, el puesto en la tabla de Argentina en este baremo que es liderado por Estados Unidos.

Entre las variables consideradas por Bloomberg para confeccionar esta escala están la cantidad de muertes, los casos positivos de coronavirus, el ritmo de vacunación, y el nivel de avance en los procesos de normalización de actividades como el turismo y, como novedad, el grado de libertades de las personas que están inmunizadas.

Las dos nuevas métricas que incorpora el relacionamiento están relacionadas con la libertad de movimiento de las personas, De este modo, mediante Flyght Capacity se calcula el número de asientos de avión en las últimas cuatro semanas en comparación con el mismo período en 2019, mientras que las rutas de viaje vacunadas -generadas por el proveedor global de datos de viajes Sherpa- reflejan su libertad de movimiento para las personas inoculadas en todo el mundo.

“La domesticación de casos y muertes alguna vez fue primordial, además de garantizar un sistema de atención de salud sólido. Ahora, la capacidad de esencialmente retroceder el reloj y regresar a los tiempos previos a la pandemia está adquiriendo una importancia aún mayor”, explica el informe.

Así como en la categoría standalone, Argentina está junto a Líbano, Palestina, Botswana y Zimbabwe, en este ranking de calidad de vida en pandemia, el fondo de la tabla es habitado, también, por Filipinas, Malasia e India.

Los otros países latinoamericanos relevados son México (34), Chile (38), Brasil (41), Perú (45) y Colombia (48).

La performance argentina viene en baja desde abril, cuando cayó siete lugares desde el puesto 43 y se posicionó en el casillero 51, debido al aumento excesivo de la tasa de positividad, que con el 29 por ciento fue la más alta de todas los países relevados.

Por el contrario, Estados Unidos explica su liderazgo gracias a sus campañas de vacunación basadas en “ARN Messenger altamente efectivas, que detiene lo que alguna vez fue el peor brote del mundo”, sostiene Bloomberg al tiempo que indica que “los restaurantes están llenos, ya no se requieren máscaras para las personas vacunadas y los estadounidenses se van de vacaciones nuevamente, envalentonados por una tasa de vacunación que cubre a la mitad de la población. Estados Unidos está preparado para un crecimiento económico vertiginoso este año gracias a un paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares y la confianza del consumidor impulsada por la inoculación”.

El anterior líder de esta tabla, Israel, degradó en la tabla pues, si inmunizó a casi seis de cada diez habitantes, regresaron los espectáculos públicos y las muertes por Covid-19 se desplomaron, el aumento de las infecciones relacionadas con la variante delta, retrasó la reapertura de sus fronteras a los turistas extranjeros.

En la cara opuesta, Argentina tiene el mayor promedio de casos positivos de coronavirus en un mes per cápita entre los países considerados con 1615 contagios por cada 100 mil personas. Además, según el Monitor Público de Vacunación, 16.173.340 personas recibieron una dosis y sólo 3.983.288 completaron el esquema de inmunización.

Nueva Zelanda, Suiza, Israel, Francia, España, Australia, China, el Reino Unido y Corea del Sur lideran la tabla en gran medida por su política de apertura de fronteras a los turistas vacunados y muestras estadísticas auspiciosas de baja de las internaciones gracias a la inoculación.

India, Filipinas y algunos países de latinoamericanos siguen sumergidos por la combinación entre brotes provocados por variantes, ineficiencia en el ritmo de vacunación y aislamiento global.

Según las conclusiones del informe firmado Jinshan Hong, Rachel Chang y Kevin Varley, la mayor parte del mundo en desarrollo “aún no ha comenzado a inocular de manera significativa, sin poder adquisitivo para forjar acuerdos que los coloquen al principio de la cola. Covax, el esfuerzo respaldado por la OMS para ayudar a los países más pobres a obtener dosis, recién comenzó a distribuir inyecciones a fines de febrero y enfrenta una escasez de suministro que ha provocado que muchos lugares se queden sin vacunas por completo”.

En ese sentido advierte que “las disparidades en la inmunidad representan una amenaza para el mundo: cuanto más se propaga sin control el coronavirus, más oportunidades hay de que se desarrollen nuevas mutaciones peligrosas. No se puede descartar la posibilidad de que una nueva cepa entre en un lugar vacunado y provoque una nueva ola”.

“Imágenes de estadounidenses en alegres reuniones sociales se yuxtaponen con multitudes en India que pugnan por cualquier dosis de vacuna. En junio, los líderes del Grupo de los Siete, incluido el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se comprometieron a donar cientos de millones de dosis, pero los países en desarrollo necesitan miles de millones de inyecciones”, concluye.