El presidente Alberto Fernández visitó este miércoles a Milagro Sala, quien se encuentra internada en un centro de salud a raíz de una “trombosis venosa profunda”. Reclamó a la Justicia que “actúe de otro modo”. La dirigente social lleva siete años presa mientras se espera que la Corte Suprema de Justicia se expida en torno a la sentencia.
“Estamos en un Estado de Derecho y la Justicia debe funcionar de otro modo. Yo les pido a los jueces de Jujuy que dejen de lado teorías y doctrinas que se difundieron en los años del gobierno anterior (Mauricio Macri) y que definitivamente contradicen la esencia del Estado de Derecho”, aseguró el jefe de Estado en una breve conferencia de prensa.
En ese marco, le envió un mensaje a la Corte Suprema de Justicia. “Le pido a la Corte, que hace más de dos años tiene la causa de sentencia para su análisis, que por favor se aboque al tema. Es una persona que lleva siete años de detención”, cuestionó. “Empecemos a enmendar la barrabasada que hicieron”, convocó.
“Lo que le ocurre a Milagro Sala no quiero que le ocurra a ningún ni ninguna argentina”, expresó Alberto Fernández, al tiempo que aclaró que lo que pide es “que los juicios se hagan sin presiones políticas o intencionalidad persecutoria”.
Tras la exposición, se escuchó un aplauso, pero el Presidente lo cortó de inmediato. “No quiero aplausos, vine (como lo hizo en 2016) a llamar la atención de lo que estaba pasando en Argentina. Vine solitario, para dejar testimonio de la preocupación que tengo”, explicó. “Argentina no merece que pase esto”, apuntó.
La activista ingresó el lunes último al sanatorio privado “Los Lapachos”, de San Salvador de Jujuy, con un cuadro de “trombosis venosa profunda” luego de que se le practicaran estudios de rutina debido a un dolor que le aquejaba en su rodilla izquierda. Los abogados defensores de la dirigente social informaron que, desde ese momento, Sala fue traslada a la unidad de terapia coronaria, “para ser compensada y recibir el tratamiento necesario para la trombosis”.
Milagro Sala permanece detenida desde el 16 de enero de del 2016 y, desde ese momento, se multiplicaron los pedidos de distintas organizaciones por su libertad.
El 23 de noviembre de 2017, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) consideró que Sala permanecía detenida en condiciones incompatibles con su dignidad humana y que el método o manera de ejecución de la medida privativa de libertad la estaba sometiendo a angustia o dificultades mayores al sufrimiento intrínseco a toda detención, y dictó una medida provisional en ese sentido.
Desde entonces, la Corte IDH no sólo mantiene vigente la medida provisional sino que, además, recibe información periódica que denuncia la falta de independencia judicial en la provincia y el impacto que tiene la particular persecución penal que llevan adelante en la integridad física y psíquica de Sala.
