Vecinos de Mónica Cruz bloquean el acceso a la Fiscalía que investiga el femicidio de la mujer. Había denunciado a su pareja por violencia de género y la Justicia le dictó una restricción perimetral, pero la violaba.
El corte se registra esta mañana sobre la ruta 205, en el acceso a la Fiscalía. Vecinos queman cubiertas y reclaman justicia por Mónica. “Tenía una vida por delante, se la arruinó. Él venía, le pegaba y se iba”, comentó un vecino, mientras que una mujer apuntó que “el miércoles iba a empezar un curso con Acumar de reciclaje”, dando cuenta de las ganas de salir delante de la víctima.
Tenía 38 años y cuatro hijos. Dos de ellos eran fruto de la relación con el imputado, Juan Ramón Silva. Según comentó el entorno, desde hacía meses que no le pasaba la cuota alimentaria por los niños de 7 y 9 años, motivo por el que –pese al temor- decidió acudir al llamado. “Le iba a dar 2000 pesos”, comentaron familiares. Esa suma, que es mínima, empujaron a la mujer a encontrarse con el hombre al que había denunciado en reiteradas oportunidades.
El hecho ocurrió la noche del viernes, cuando Cruz salió de su casa, en la manzana 1 del barrio San Andrés de Tristán Suárez, partido de Ezeiza, y al no regresar su madre denunció la desaparición en la comisaría local. El hijo contó la situación de violencia previa, motivo por el que la Policía lo entrevistó. Al parecer, confesó el crimen y precisó el lugar donde estaba el cuerpo.
El cadáver estaba en la zona señalada. El cuerpo estaba boca abajo y tapado con una frazada roja, y que en las próximas horas se va a realizar la autopsia para determinar cómo murió.
Mónica lo había denunciado en julio de 2018 por “violencia familiar” en el Juzgado de Paz de Ezeiza, en marzo de este año por “amenazas” en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de ese distrito y el 1 de abril último otra vez por “violencia familiar”. El acusado tenía una restricción perimetral pero no la cumplía, indicaron allegados.
