Preocupación ante la reducción del consumo de leche

Un informe reveló que los niveles de consumo es el más bajo desde 2003. Profesionales de la salud advierten sobre las consecuencias.

Impuestos

El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina realizó un relevamiento en el cual se pudo observar que el consumo de leche en el país es el más bajo desde el 2003. Profesionales de la salud advirtieron las consecuencias negativas del escaso consumo de lácteos durante el desarrollo. “Es un alimento imprescindible”, señalaron ante la consulta de Info Región.

En el contexto de la crisis que atraviesa el país, el informe del observatorio reveló “una baja en el consumo que recién se hizo importante a finales del año 2018 y principios de 2019” y generó “una menor oferta doméstica”.  En la actualidad los productos lácteos son uno de los alimentos que muestran un mayor incremento de precios en las góndolas, por cual disminuyó su demanda. A raíz de esta situación fueron incluidos en la lista de Productos de Precios Esenciales leches de segunda y tercera marca, aunque es una hazaña conseguirlos.

Valeria Bonetto, pediatra en el hospital Paroissien de La Matanza y dirigente del Consejo Directivo Provincial de CICOP, remarcó que “es fundamental la incorporación de leche (a la dieta) porque es uno de los alimentos básicos de la alimentación humana y desde el punto nutritivo, contribuye de una manera importante a que haya una correcta alimentación no solo en los niños, también en adolescente y por supuesto en adultos”.

El consumo de lácteos para cubrir las necesidades diarias tiene que ser aproximadamente 500 mililitros de leche o equivalentes, ya que los lácteos van a aportar proteínas además de calcio y fósforo y es muy importante también en vitaminas”, explicó la profesional de la salud. Sin embargo, es una posibilidad inalcanzable para muchas familias y esto repercutirá en el desarrollo de lo más pequeños.

La nutricionista Romina Lucarelli instruyó que ante la falta del consumo lácteo lo importante recae en “como aprender a cubrir el calcio, que es el mineral que nos aporta este grupo de alimentos”. “La realidad es que un litro de leche esta alrededor de 50 pesos y un yogurt 70″, planteó la mujer, dando cuenta de las dificultades del acceso al insumo.

Señaló como alternativa el uso de la yogurtera porque “con un litro de leche y un pote de yogurt se puede cuadriplicar la cantidad de yogurt”. De todos modos, la opción no es para todos ya que hoy ese electrodoméstico se vende a un promedio de 7 mil pesos. “Lo importante es siempre consultar con un profesional para poder cubrir los requerimientos del cuerpo”, recordó.

La disminución en la producción de leche que detalló el informe fue de un 8,3% para el primer trimestre, en comparación con igual período del año anterior, lo cual equivale a un consumo “per cápita” de 183 litros contra 190.

Vale remarcar que desde la Unión General de Tamberos advirtieron que tan sólo en la provincia de Buenos Aires hay dos cierres de tambos por día. La menor producción y los elevados precios del producto en supermercados hacen que el consumo de lácteos se torne muy difícil para miles de familias.

El calcio es un mineral que ayuda en la formación de huesos y dientes fuertes y saludables. El cuerpo está constantemente eliminando y reemplazando pequeñas cantidades de calcio en los huesos. Si el cuerpo elimina más calcio del que reemplaza, los huesos comienzan a debilitarse y corren mayor riesgo de rotura.

La necesidad de calcio es más alta durante la niñez y la adolescencia porque los huesos están en fase de crecimiento y es necesario contar con calcio adicional para que los huesos se fortalezcan. Por otro lado, los bebés de menos de 1 año deben tomar solamente leche materna o fórmulas fortificadas con hierro. Niños de 1 a 2 años deben tomar leche entera porque la grasa de la leche es esencial para su desarrollo y crecimiento.