Perdió a su mamá y a su hermano en menos de un mes, ambos tenían Covid-19

"Morir internado por Covid-19 es morir en soledad", advirtió Débora. Su hermano murió el 2 de agosto y dos semanas después, tuvo que despedir a su madre.

Débora Amaya es vecina y docente de Lomas de Zamora, su hermano y su mamá se contagiaron de Covid-19. En estos días y luego de haber sufrido la pérdida de su hermano el pasado 2 de agosto, debió afrontar el fallecimiento de su madre. Desconsolada por la situación rogó que su experiencia sirva para que la gente “tome conciencia y se cuide”.

“Cuento lo que estoy viviendo para que se cuiden y no les pase. Es demasiado doloroso, increíble, inaceptable”, relató la mujer, aún conmocionada por el fallecimiento de sus seres queridos.

Martín, su único hermano, tenía 46 años y luego de días de agonía internado en el hospital Gandulfo falleció el pasado 2 de agosto. Tan solo cuatro días más tarde, el 6 de agosto, su mamá, una mujer de 68 años, también dio positivo de coronavirus y fue llevada a terapia intensiva en la Clínica Espora, diagnosticada de neumonía bilateral. “Sentí que no podía ser cierto que la historia se estuviera repitiendo”, lamentó Débora. 

De acuerdo con el relato de la mujer, su madre permaneció en terapia intensiva, luchando por su vida, aislada y “sola”, durante dos semanas. Finalmente, el 20 de agosto, Débora fue informada sobre el fallecimiento de la mujer. 

“Tan sólo a 18 días de la muerte de mi hermano, se fue mi mamá. Cuídense, no le deseo a nadie la angustia, el dolor y la impotencia que siento. Me duele el alma, ellos ya no vuelven”, lamentó Débora. 

A pesar de su dolor, la mujer reflexionó sobre la experiencia que le tocó vivir con el fin de concientizar sobre la importancia de acatar las medidas preventivas para evitar el contagio de coronavirus y le rogó a la gente que “por favor tome conciencia y se cuide”.

“Morir internado por Covid-19 es morir en soledad, los familiares que quedamos sentimos que nuestro ser querido desapareció y nadie te puede visitar, acompañar ni abrazar, también el duelo es en soledad”, apuntó Débora.