Mientras Mariúpol resiste, Rusia bombardea Lviv en la frontera con Polonia


Los residentes de la ciudad de Lviv, al oeste de Ucrania y cerca de la frontera con Polonia, hoy sintieron la guerra golpaeando a sus puertas no ya en forma de marea humana de refugiados, sino como impactos de misiles de las fuerzas rusas que provocaron al menos siete muertos.

Según el líder regional, Maksym Kozytsky, cuatro misiles fueron disparados contra instalaciones militares de los cuales tres impactaron almacenes y otro en un garaje donde reparaban automóviles.

El enemigo quiere destruirnos como nación“, denunció el alcalde de Lviv, Andriy Sadovyi, tras un fin de semana con explosiones en Kiev, la capital, en Járkiv, al norte, y en Mykolaiv y que llegan tras que Rusia anunciara que concentraría su ofensiva militar en la región del Donbás, al este del país, con el pretexto de defender a la población rusófona de esa zona.

En los últimos días, el foco de la guerra está en el asedio de Mariúpol, un importante puerto al sur de Ucrania donde las fuerzas locales se resisten a entregar a la ciudad a pesar del ultimátum ruso que hoy volvieron a negarse a evacuar civiles por segundo día consecutivo después de que funcionarios no alcanzaran un acuerdo.

Mariúpol resiste

Por su parte, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, alertó que Rusia eligió arrasar Mariúpol hasta sus cimientos mientras que los funcionarios locales aseguran que las fuerzas rusas anunciaron que detendrán a cualquiera que entre o salga de la ciudad cuya captura es considerada como un gran premio estratégico para Rusia, para controlar una vasta zona del sur y este de Ucrania.

En tanto, al primer ministro ucranio, Denys Shmyhal, precisó que las fuerzas ucranianas habían ignorado el ultimátum de Rusia para rendirse este domingo, y agregó: “La ciudad no cayó. Todavía están nuestras fuerzas militares, nuestros soldados, y pelearán hasta el final. Y todavía están en Mariúpol”, arengó.

El ejército ruso asegura controlar casi todo Mariúpol, mientras que el Batallón Azov de Ucrania todavía resiste en Azovstal, una enorme fábrica de acero con vista al mar de Azov donde según analistas podría haber entre 500 y 800 soldados defendindo la posición.

“La fábrica de acero tiene búnkeres nucleares, túneles. Está hecha para sobrevivir un conflicto nuclear. Están bien preparados para la defensa”, sostuvo un analista estadounidense que añadió: “Tuvieron más de 50 días para fortificarlo y construir rutas de escape. Sospecho que a menos que sean arrasados estarán un tiempo largo. Es creíble que haya una resistencia de guerrillas“.

Mintras tanto, Ucrania demanda que las fuerzas rusas abran corredores humanitarios desde Mariúpol para permitir que civiles y heridos de sus tropas ucranianas puedan evacuar algo que hace semanas que no ocurre.

En tanto, desde Kiev niegan cualquier posibilidad de concesión territorial para Rusia, una idea que en una entrevista cocedida a la cadena CNN, el mismo presidente Volodymyr Zelensky descartó: “Ucrania y su gente lo tienen claro. No tenemos derecho a los territorios de nadie más, pero no vamos a renunciar a los nuestros”.